Marta es asturiana, contable, amante de la buena cocina y autora del blog LLuvia al Pasear. Tiene un don especial para la fotografía y escribe como pocas personas que yo haya conocido son capaces de hacerlo: desnudando su corazón y deshilando su alma en cada palabra. También es madre. Hace 4 años África le hizo el mayor regalo de su vida. Un regalo que la cambió por completo y la pintó de colores. Hablamos con ella sobre adopción y familias adoptivas.
La adopción, un modelo familiar más
La adopción es un modelo familiar que cada cada vez está más estandarizado. Y es que según datos de 2017, 6.905 familias consideradas aptas para adoptar esperaban un menor por la vía internacional y 2.582 uno por la vía nacional.
P: Plantearse formar una familia puede dar lugar a ciertas dudas e inseguridades. Estos temores, además, van evolucionando a lo largo del tiempo conforme crecen lxs hijxs… En el caso concreto de la adopción, ¿cuáles son las inquietudes más comunes antes y después de adoptar?
R: Principalmente el desconocimiento de cómo comenzar el proceso y qué esperar de él. Existe poca información al respecto y te puedes encontrar bastante perdido. Afortunadamente en nuestro caso, tuvimos la suerte de contar con el apoyo y la orientación de unos conocidos que habían adoptado y nos guiaron en nuestros primeros pasos. Luego, a medida que el proceso avanza, vas conociendo familias que están a la espera al igual que tú, con los que intercambias inquietudes y miedos. Para mí fue una pieza fundamental durante la espera, tener con quién poner palabras a eso que estás sintiendo, alguien que esté pasando o haya pasado por lo mismo que tú.
Si me preguntas por el miedo principal, este sin duda alguna es la incertidumbre, que te acompañará durante todo el proceso. En un proceso de adopción no hay ecografías ni reconocimientos médicos que te vayan tranquilizando y confirmen que todo va bien. Aprendes a convivir con esa incertidumbre, ese gran interrogante, de quién estará al otro lado, quién será, si habrá nacido ya, si estará bien.
P: Teniendo en cuenta vuestra propia experiencia personal, ¿qué clase de preparación y capacitación necesita, en tu opinión, una familia adoptiva y dónde la puede encontrar?
R: Si hablamos desde el mero punto burocrático la primera información y formación al respecto, habría que buscarla en el Organismo Público que lleve los asuntos de adopción dentro de su Comunidad Autónoma. Además, en los casos de adopción internacional, si ya saben el país al que quieren dirigirse, deberían contactar con una ECAI (Entidad Colaboradora de Adopción Internacional) que les informará más detalladamente de los pasos y requisitos a cumplir.
Con respecto a la preparación y capacitación, esta es muy subjetiva a cada individuo, lo principal para mí es que si van a iniciar el proceso estén seguros al 100% de esa decisión. Adoptar no es solo formar una familia, adoptar es la última herramienta de la que disponen los Organismos para garantizar a un menor el derecho a una familia. Y esto a veces puede olvidarse en el camino a recorrer, cuando lo que priman son los egos personales debemos dar un paso adelante y dejarlos atrás. Por encima de cualquier deseo de ser padres, prima el derecho del menor. Y aquí comienza la primera lección, olvidar el yo y pensar en él, en tu futuro hijo. En ese momento tendrás la motivación necesaria para buscar más información, asociaciones de familias adoptivas, libros sobre adopción, tendrás la inquietud de conocer familias, de poder hablar con alguien que haya pasado por lo mismo que comienzas a pasar tú. Esa búsqueda y el enriquecimiento que trae consigo, será lo que te prepare para el momento de no solo recibir a tu hijo, sino para saber acompañarle en el camino que tiene que recorrer.
P: Respecto al entorno familiar: ¿cómo debemos preparar al resto de miembros (abuelos, tíos, hermanos, primos, etc.) para la llegada del nuevo miembro?
R: Lo primero de todo hablando de ello sin tapujos, abiertamente. Dando respuestas a sus preguntas e inquietudes, que también las van a tener. Haciéndoles participes de esa espera, como cualquier otra familia que espera un nuevo miembro, pero haciendo hincapié que esta nueva personita que va a llegar necesitará su tiempo para adaptarse, recordándoles la necesidad de ser generosos y pacientes con ella.
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P: Uno de los temas más controvertidos en relación con la adopción son los comentarios y preguntas que recibís a diario, ya que no siempre son los más acertados… ¿Cómo debemos hablar de la adopción? ¿Qué cosas podemos preguntar con naturalidad y qué preguntas es mejor no hacer? ¿Es importante cuidar el lenguaje?
R: Bueno, el lenguaje es importante cuidarlo siempre, sea cuál sea la situación familiar o personal de cada individuo. En muchas de las ocasiones los comentarios y preguntas recibidas se formulan desde la ignorancia, por ello yo soy partidaria siempre de contestar desde la educación, pero también haciendo saber cuándo una pregunta no procede. En general, lo que más nos suele molestar a las familias es que estás cuestiones lleguen delante de nuestros hijos. Hay que poner especial cuidado a la hora de hablar delante de ellos, pero no solo delante de nuestros hijos, sino de cualquier niño. Un comentario mal interpretado puede hacerles llegar a conclusiones erróneas.
P: En la guarde, el cole o el parque… ¿Qué sucede cuándo es el niño/la niña el objeto de las preguntas? ¿Cuáles son las más frecuentes y cuáles no deberían nunca hacérsele? ¿Cómo se prepara a lxs peques para este tipo de situaciones?
R: No creas que éstas situaciones se dan tan a menudo entre niños, ellos no perciben las diferencias, y si lo hacen, las admiten sin darles mayor importancia. En la mayoría de las ocasiones las preguntas indiscretas las realizamos los adultos, no los niños.
Con respecto a cómo se les prepara, pues hablando abiertamente con ellos de la adopción, de nuestro modelo familiar, obviamente, adaptando las explicaciones a su edad, pero sin secretos ni invenciones. Que sientan la confianza de que pueden preguntar siempre sobre su historia, sin tapujos.
P: ¿Hasta qué punto crees que situaciones como las anteriormente descritas son inevitables? ¿Crees que muchas de las preguntas inadecuadas están relacionadas con la ignorancia que existe sobre la adopción? ¿Hace falta más educación sobre los diversos modelos familiares?
R: Sí, totalmente. Como comentaba antes, existe un gran desconocimiento sobre otros tipos de modelos familiares, y la adopción es uno de ellos. Esa ignorancia y falsos mitos son los que llevan muy a menudo a situaciones de preguntas indiscretas.
Con respecto a la educación, por mi experiencia sí que he visto una gran carencia, aún es poco el material (cuentos, películas, dibujos animados, etc…) que hacen referencia a otros modelos familiares que se salgan del tradicional, aunque quiero pensar que cada vez la demanda es mayor y que hay determinadas editoriales que se están poniendo las pilas.
P: ¿Sientes que desde los centros educativos se fomenta el conocimiento de los diferentes modelos de familia, y el respeto y tolerancia a su diversidad?
R: Creo que empieza a notarse el cambio pero más que en los programas de los centros, en los propios educadores. Como comentaba antes no es fácil encontrar material para trabajar sobre estos aspectos, y muchas veces depende del propio formador el preocuparse de encontrarlo y trabajar estos aspectos dentro del aula. En otras ocasiones somos nosotros los padres, lo que aportamos ese material y en consenso con el formador se trabaja en clase.
P: Es un derecho universal del niño conocer sus orígenes, ¿cómo se debe comenzar a hablar de lxs niñxs de su adopción y cuál es el mejor momento para ello?
R: Desde el minuto uno. Date cuenta que habrá niños que por su edad sabrán y serán conscientes de su historia anterior hasta llegar a su nueva familia. Forma parte de ellos de quiénes son.
Otros por su corta edad no serán conscientes de su vida anterior, pero es labor de los padres integrar esa parte de su vida pasada con su vida actual. Habrá que ir adecuando la información a su edad, si son muy pequeños trabajando con albúmenes de fotos, ir montando su historia, la nuestra, de cómo les esperamos, de cuánto les amábamos incluso antes de saber de quiénes eran, del viaje, de sus primeros días y primeras veces en casa.
Poco a poco y según van madurando se les amplía la información, y ellos mismos incluso llegan a marcarte el ritmo. Es muy importante que en casa se cree un ambiente de confianza, donde el niño sienta que pueda preguntar, que no hay tabús alrededor de su historia y su pasado.
![Adopción]()
P: La adopción es un tema sin fondo… que seguro que suscita muchísimas preguntas en lxs peques. ¿Cuáles son las más comunes y como podemos dar respuesta a ellas con naturalidad y de la forma más respetuosa posible?
R: Buena pregunta, creo que la mejor forma de dar respuesta, respetuosamente y sin que en un futuro pueda hacer algún daño no calculado, es siendo sincero, huyendo de estereotipos y fantasías. A veces las respuestas fáciles traen consigo consecuencias en las que no recaemos en un primer momento.
Por ejemplo, sería muy sencillo crear una fábula donde la cigüeña se ha pasado de largo y los papás de menganito han tenido que ir a buscarlo lejísimos. Pero esto estaría faltando a la realidad, y en un momento dado esta historia contada en un patio y escuchada por el niño en cuestión, puede generarle confusión. Soy partidaria de contar siempre la verdad, dentro de la edad madurativa de cada niño, y si simplemente no se tiene la respuesta, ser franco y decir pues “no lo sé”.
P: La maternidad siempre es mejor compartida, y hacer tribu es importante para las familias que comparten métodos de crianza, puntos de vista, enfoques educativos… ¿Hay grupos de apoyo, foros o comunidades para padres adoptivos? ¿Es importante conectar con otras familias adoptivas?
R: Es muy importante, pero desde el primer momento en que tomas la decisión. Necesitarás el apoyo de familias que han pasado por lo mismo o lo estén pasando, os animareis mutuamente, celebraréis penas y alegrías, y la unión que se genera con alguna de ellas será tan fuerte que pasará a ser una parte de tu familia. Y pueden llegar a tu vida de distintas formas, a través de asociaciones, las redes sociales, en los cursos pre y post adoptivos, a través de la ECAI.
P: Tu propio blog es un espacio de enorme ayuda para las familias adoptivas. En él te esfuerzas mucho por compartir experiencias y conocimientos, instruir, normalizar y fomentar el respeto y la empatía. ¿Consideras importante que también lean espacios así las familias con hijxs biológicos*?
R: Totalmente, y soy consciente de que algunas lo hacen. Es muy importante porque así como ellas encontrarán temas sobre los que nunca se habrían parado a pensar (ejemplo de ello fueron las entradas sobre el Color Carne o la Barrera Genética), también es importante para mí porque se produce un feedback donde yo también aprendo de ellas. Eso es lo bonito de esto, compartir, no importa cuál sea tu modelo familiar, creencias o raza, todos estamos en el mismo barco, vamos a hacer que navegue bien.
P: La adopción es un proceso normal para tener hijos, pero no todo el mundo lo ve así. Mientras hay familias donde los hermanos tienen diversos orígenes, hay parejas a las que les da miedo adoptar porque se plantean si se puede querer tanto un hijo adoptado como un hijo biológico. La adopción, ¿es para todo el mundo?
R: Sinceramente… No, no lo es. Y tú lo estás contestando ya en la propia cuestión. Para comenzar un proceso de adopción hay que estar 100% seguro de tu decisión, de lo que ello implica y de las posibles necesidades que tu hijo tendrá. Como cualquier otra forma de maternidad, requiere un compromiso de por vida, pero nuestros hijos tendrán que enfrentarse a determinadas situaciones (reconciliación con su pasado, la carga de saber que se ha producido un abandono, etc…) en las que tú vas a tener que apoyarles y debes ser muy consciente de ello antes de tomar la decisión.
Para terminar, y si me lo permites, me gustaría aclarar un par de cuestiones en relación al lenguaje. A nuestros hijos se les suele diferenciar entre hijos adoptivos e hijos biológicos*, y quisiera dejar constancia de que nuestros hijos también son biológicos, no han nacido del aire, han llegado al mundo como cualquier otro niño. Así que el término adoptivo, debería dejar de usarse como un adjetivo. Adoptar es un verbo y un acto que se produce una sola vez en su vida y que no debe trasladarse a su presente y futuro como una etiqueta permanente. Son simplemente hijos, nuestros hijos.
Marta es cercana, empática y enormemente humana. También es una mujer valiente y luchadora. Desde su blog y sus redes sociales (sobre todo en su cuenta de Instagram) se esfuerza a diario por normalizar su modelo familiar compartiendo su día a día como madre de un niño, su hijo, que crece feliz y respetado.
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Os animo enormemente a todxs a conocer un poco más a esta madre maravillosa y a su pequeño (que es muy inteligente y vivaracho). A descubrir en su blog sus hermosas reflexiones y disfrutar en sus redes sociales de los paisajes del norte, sus recetas, los diálogos con su hijo y su vida cotidiana. Os animo a conocer, a interactuar, a intercambiar impresiones y sentimientos. A aprender, en definitiva, a amar y enriquecerse con la diversidad tanto como lo hacen ella y su familia.
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