De verdad que no entiendo dónde está la polémica… que una niña se quiera disfrazar de bombero o un niño de sirena, ¿dónde está el problema?
Yo me crié con mi primo y, como es “normal” (que palabra tan odiosa, si pudiera la eliminaría del diccionario…), a veces yo era Robin Hood y otras, él era una princesa. ¿O qué es si no el juego de roles en la infancia? Esto era en los años 80… ¡Y nadie se escandalizaba!
Más de 30 años después parece que ya hemos resuelto todos los problemas del mundo y nadie pasa ya hambre en el planeta, porque nos aburrimos tanto que nos inventamos problemas (problemas del Primer Mundo, porque en los países en vías de desarrollo todavía están intentando tener agua potable).
Me harto de las tonterías, en serio… Los disfraces y juguetes NO tienen género ni determinan la orientación sexual de las personas. Lo único que te debe importar a la hora de comprar un juguete es si el niño o la niña tiene que usar los genitales para jugar con él. Si la respuesta es no, entonces es para cualquiera de los dos. Si la respuesta es sí, entonces no es para ninguno de ellos.
Y si resulta que tu hija o tu hijo tiene una identidad sexual diferente a la tuya, déjales vivir en paz y no les conviertas en un estereotipo ni en diana de tus propios prejuicios, que la basura de las personas suele estar más en la mente que en cualquier otra parte del cuerpo y no hay sexo equivocado cuando hay amor, ni los genitales condicionan la calidad humana de la persona portadora. Educa a tus hijxs en feminismo, que es igualdad, para hacer del mundo un lugar mejor para el día de mañana.
Abrid vuestras mentes, relacionaros más con personas diferentes a vosotros, escuchad distintas opiniones para poder aprender algo y seguid esforzándoos por crecer como personas, en lugar de criticar la vida de los demás. Y cuidado con la disonancia cognitiva, que os puede estallar un día la cabeza…
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