Selective sorting es un juego magnético fabricado en madera para que lxs peques emparejen cada residuo con su contenedor y así puedan aprender a reciclar jugando.
Selective sorting: un laberinto magnético para aprender a reciclar
Selective sorting es un juego magnético de madera con 5 contenedores de reciclaje y 15 objetos diversos para reciclar.
El juego consiste en desplazar los objetos por el tablero y a través del recorrido y llevarlos al contenedor que corresponda para reciclar, según el color del artículo.
Cada pieza de color tiene dibujado un resto de basura de papel, metal, cristal, plástico o comida orgánica para que, además de por el color, lxs niñxs vayan aprendiendo ejemplos de cosas que se reciclan en cada contenedor.
El tablero está elaborado en madera y las piezas en plástico y metal imantado. El juego mide 39 x 23 cms. e incluye una varita imantada para mover las piezas, que está unida al tablero por una cuerdecita para que no se pierda y tiene una hendidura para poder guardarla. ¡En este juego no hay ni una sola pieza suelta!
Es una actividad recomendada para niños y niñas a partir de los 3 años y resulta perfecta para trabajar su capacidad de reacción, concentración, motricidad ¡y para que aprendan a reciclar!
Con este juego magnético de reciclaje lxs niñxs aprenderán qué tipo de alimentos va en cada tipo de contenedor independientemente de su edad, ya que lxs más pequeñxs pueden hacer la clasificación por color, en tanto lxs mayores irán aprendiendo dónde va cada tipo de residuo.
Selective sorting enseña a lxs peques un valor fundamental: cuidamos nuestro planeta por medio del reciclaje. Cuanto más pequeñitxs interioricen este concepto y practiquen la actividad, antes comenzarán a integrarla como parte de sus hábitos de vida y rutinas diarias. Pero esto, como todo lo demás, se practica sobre todo con el ejemplo.
Por otra parte, los más mayorcitos también pueden practicar inglés jugando, ya que en cada contenedor encontramos una muestra del tipo de producto y el nombre de ellos en inglés.
Además, el recorrido a seguir con varita en mano, hace que lxs niñxs trabajen los movimientos necesarios para practicar los trazos en la escritura, así como también la posición de los dedos al coger la varita (que es la misma que cuando cogen un lápiz). De esta forma, jugando y de forma divertida, pueden practicar habilidades de escritura.
Aunque está planteado para jugar en solitario, también se puede jugar en grupo por turnos. Selective Sorting es de la tienda online de juguetes educativos Mumuchu, donde además podéis encontrar muchos otros laberintos magnéticos y manuales.
¿Y por qué merece la pena incluirlos en los materiales de juego de nuestrxs hijxs? Pues por todos los múltiples beneficios para su desarrollo y educativos que les aportan y que os explico a continuación.
Beneficios de los laberintos magnéticos
Los laberintos magnéticos son juegos que desarrollan muchísimo la psicomotricidad fina, entre otras cualidades, ya que los hay de diversos tipos y cada uno se centra en una actividad específica. También los hay de uso individual o compartido (los que simulan circuitos de carreras, por ejemplo).
La actividad central del juego puede estar centrada en los colores, las formas, las letras o los números. En este laberinto de números, por ejemplo; se practica la secuencia, el orden y el nombre de los números.
También están los laberintos manuales, es decir; aquellos que no son magnéticos, sino que lxs niñxs tienen que manipular sus piezas para practicar las secuencias. Mientras los primeros desarrollan la capacidad manual de sostener y trabajar con herramientas (una varita), estos últimos se centran en el movimiento de la muñeca. Ambos ejercicios (dedos y muñeca) son prácticas psicomotrices de prescritura que preparan a lxs peques para la actividad lectomotora que vendrá después.
Cualquier tipo de laberinto, además, desarrolla la capacidad de lógica y de razonamiento de lxs niñxs, que han de asociar o clasificar y pensar de qué manera hacen recorrer las piezas el camino para llegar a la meta correcta y así completar la actividad.
Además, al tratarse de una actividad, que es a la vez mental y manual, motiva un mayor desarrollo de habilidades y una mejor adquisición de los conocimientos. ¡Incluso los hay táctiles!
Y, por último, además de aprender sobre la temática concreta sobre la que verse el juego (animales, colores, tráfico, reciclaje, palabras, números, etc.) al coger la varita magnética y dirigirla por los diferentes laberintos, o arrastrar objetos a través de un recorrido, practican los movimientos que son necesarios para la escritura.
Si se trata de laberintos magnéticos con varita, practican la posición de pinza con los dedos que harán al escribir con lápiz. Si, por el contrario, son laberintos manuales, el movimiento de muñeca y la precisión con la mano son los que juegan un papel esencial.
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