La Inteligencia Interpersonal es aquella cualidad que nos permite empatizar y comprender a los demás. Es clave para el desarrollo personal y las habilidades sociales y es, quizás, la que más estrechamente se relaciona con el éxito personal y profesional de todas las inteligencias descritas en la Teoría de Gardner.
Algunxs niñxs la tienen muy desarrollada de forma innata, otrxs tienen que trabajarla más. En cualquier caso, es tan importante para unxs como para otrxs y por eso es conveniente fomentar su desarrollo desde la primera infancia mediante el juego.
Las Inteligencias Múltiples y el juego
Como mejor aprenden lxs niñxs es jugando. Jugar es la forma más atractiva de aprender, tanto para ellxs como para los mayores. Mediante actividades y juegos específicos podemos ayudarles a poner en práctica las habilidades características de cada tipo de inteligencia para potenciarlas o desarrollarlas, según cada caso.
Quienes estáis siguiendo esta ronda de posts sobre la Teoría de las Inteligencias Múltiples en lxs niñxs y cómo desarrollarlas mediante el juego que estamos haciendo en colaboración con La Vida en Peque, podéis encontrar más información sobre cómo potenciar jugando otras inteligencias en lxs peques en: Cómo potenciar la Inteligencia Corporal, Artística y Musical, siempre desde un enfoque lúdico y atractivo para lxs niñxs.
¿Qué es la Inteligencia Interpersonal?
Es la que nos permite entender, relacionarnos y comunicarnos con los demás. La Inteligencia Interpersonal es mucho más importante en nuestra vida diaria que la brillantez académica, porque es la que determina la elección de los amigos, la pareja y también, en gran medida, nuestro éxito social, en el trabajo o en los estudios.
Este tipo de inteligencia se basa en el desarrollo de dos grandes tipos de capacidades: la empatía y la capacidad de manejar las relaciones interpersonales. En lxs niñxs que la tienen muy desarrollada, podemos apreciar fácilmente ambas virtudes.
Las habilidades que la engloban están relacionadas con el lóbulo frontal, el área de la corteza cerebral que se encarga de la producción lingüística y oral, además de las funciones ejecutivas que manejan la conducta, atención y la planificación, entre otras.
Influye en el éxito de nuestras relaciones por cuanto nos permite detectar y tener en cuenta los diferentes estados de ánimo, temperamentos, motivaciones y habilidades de nuestros interlocutores. Todo lo cual influye en la capacidad para establecer y mantener relaciones sociales y también para asumir con éxito diversos roles dentro de grupos, como un miembro más o como líder.
Este tipo de inteligencia la podemos detectar en personas con habilidades sociales muy definidas, grandes oradores, líderes, docentes, terapeutas y personas que muestran una gran capacidad para ayudar a los demás.
Otro rasgo característico de ella es el sentido del humor. Las personas que son empáticas sintonizan y conectan rápidamente con sus semejantes, favoreciendo unas relaciones sociales armoniosas, placenteras y divertidas.
Detectar este rasgo de personalidad en un niño o una niña a edad temprana no suele revestir gran dificultad, ya que las personas con una gran Inteligencia Interpersonal disfrutan desde pequeños de la interacción con amigos y compañeros escolares, y tampoco presentan dificultades para relacionarse con personas de edades diferentes a la suya.
Llegados a la edad adulta, estxs niñxs pueden suelen presentar una sensibilidad especial para detectar los sentimientos de los demás, e interesarse por diversos estilos de vida y culturales y las diferencias socioeconómicas de los grupos humanos. La mayoría de ellos disfruta del trabajo grupal y colaborativo.
No les cuesta apreciar y respetar puntos de vista y opiniones distintos a los suyos, por lo que suelen tener una gran capacidad de adaptación sociocultural y caer siempre bien, siendo ésta una de las más apreciadas de sus habilidades interpersonales, ya que son sociables por naturaleza.
Se ha llegado a decir incluso que la Inteligencia Interpersonal es la clave para tener una vida plenamente feliz y laboralmente provechosa, ya que dota a sus poseedores de todas las capacidades necesarias para asumir un papel de líder.
¿Cómo se potencia jugando?
La Inteligencia Interpersonal se ve fomentada por los juegos y actividades en grupo como los juegos de cartas, dados, mesa o tablero.
También por las actividades y reuniones sociales, la comunicación y el diálogo, los proyectos escolares en grupo, la asistencia a campamentos de verano, el aprendizaje de idiomas, los planes con amigos y familiares, las actividades de voluntariado acordes a la edad de lxs peques, la asistencia a conciertos y otros actos culturales que permitan la relación con los asistentes, los deportes o aficiones de equipo, etc.
En casa, quizás la manera más fácil que tenemos para potenciarla es practicar en familia los juegos de mesa. Cualquier juego de mesa es válido para desarrollar las habilidades de comunicación y relacionarse con los demás participantes, pero debido a las características específicas que definen la Inteligencia Interpersonal, son mucho más apropiados los juegos cooperativos.
En este tipo de juegos, lxs participantes no compiten entre sí; si no que colaboran para alcanzar un objetivo común. Es decir: trabajan en equipo y ganan o pierden juntos. Precisamente esta característica de actividad grupal es la que más potencia este tipo de inteligencia.
Yo os voy a recomendar uno de los mejores, que además es válido para niñxs a partir de los 2 años de edad, lo cual no es muy frecuente. Se trata de Mi primer frutal del fabricante de juguetes didácticos alemán Haba. Lo podéis encontrar en la tienda de juguetes educativos La Vida en Peque.
Mi primer frutal, uno de los juegos cooperativos infantiles más populares del mundo
Mi primer frutal es un juego cooperativo ambientado en un frutal (¡me chiflan los juegos ambientados en la naturaleza!) al que se puede jugar solo o en equipo de hasta 4 miembros (que sería lo más recomendable para practicar las capacidades interpersonales) a partir de los 24 meses.
Se trata de una variante simplificada del clásico juego de Haba llamado El Frutal. En esta ocasión, el fabricante ha adaptado el juego a la edad de lxs más pequeñxs y rediseñado los materiales del juego pensando especialmente en sus manitas pequeñas.
Estéticamente es precioso, sus materiales son resistentes, sus piezas están fabricadas en madera y cartón grueso, y su tablero está muy bien ilustrado. Mi hijo fue verlo y comenzar a manipular sus piezas, ¡y eso siempre es buena señal!
Contenido del juego
- 1 cuervo de madera
- 1 cesta de fruta de cartón
- 4 manzanas verdes de madera
- 4 manzanas rojas de madera
- 4 peras amarillas de madera
- 4 ciruelas azules de madera
- 5 baldosas que forman un camino de cartón grueso
- 4 fichas redondas grandes de cartón grueso ilustradas con árboles (manzanos, peral y ciruelo)
- 1 dado de símbolos y colores, de madera y de tamaño grande
Objetivo del juego
Es un juego muy sencillo con una dinámica muy intuitiva. Lxs niñxs tienen que recolectar juntos la fruta de los árboles y echarla en la cesta, procurando terminar antes de que el cuervo llegue al frutal.
Preparativos
Podemos jugar en el suelo o sobre una mesa. Lo primero que haremos será poner los 4 árboles en el centro de la mesa y colocar sobre ellos los frutos correspondientes a cada uno. Colocamos las 5 baldosas formando una fila (camino) a un lado (siendo la última un frutal), y al cuervo lo situamos delante de la primera cartita camino, sin llegar a pisarla. Por último, colocamos cerca de todo el conjunto el cesto de la fruta y el dado.
Todo tal y como os muestro en la imagen de aquí arriba (o en la de abajo), aunque podéis cambiar la disposición de elementos sobre la mesa a vuestro antojo, siempre que queden al alcance de todxs los jugadorxs.
Cómo se juega
Se juega en el sentido de las agujas del reloj, comenzando por el jugador que haya comido más recientemente una manzana o, en su defecto, por el más joven de los jugadores.
A partir de ese momento la dinámica será siempre la misma: tiramos el dado y vamos cogiendo las frutas cuyo color coincida con la tirada (una fruta cada vez). Si no queda ninguna fruta en un árbol, pasamos el dado al siguiente jugador. Si sale el símbolo de la cesta de la fruta, podemos elegir libremente el tipo de fruta que queremos coger para depositar en la cesta.
Si en una tirada sale el cuervo, colocaremos su figura en la siguiente cartita-camino hacia el frutal. Esta es la manera en la que irá avanzando el cuervo a lo largo de la partida, mientras los jugadores tratarán de recolectar toda la fruta de los árboles antes de que el cuervo llegue al final del camino.
El juego puede acabar de dos maneras: bien porque ya no nos quede más fruta que recolectar, bien porque el cuervo haya llegado al final del camino. Si lxs niñxs han conseguido recolectar todas las frutas en el cesto antes de que llegue el cuervo al frutal, ganarán todos juntos la partida.
Si por el contrario, el cuervo pasa a la última cartita-camino y se encuentra en el frutal antes de que el equipo haya recolectado todas las frutas, todxs lxs niñxs pierden frente al cuervo.
Nos gusta porque…
La mayoría de los juegos que tenemos en casa supuestamente aptos para niñxs de 2 años, no lo son en realidad hasta bastante más adelante. Lxs niñxs pueden interactuar con ellxs de forma segura pero por lo general son incapaces de esperar su turno de juego y acatar todas sus reglas hasta que tienen, aproximadamente 3 años.
Esto no sucede con Mi primer frutal. Es un juego realmente sencillo a la vez que divertido, que permite jugar a niñxs de entre 2 y 4 años desde el principio y sin ninguna dificultad. Incluso sin la intervención de los adultos.
Al tratarse de una dinámica de grupo, fomenta el trabajo en equipo y las relaciones sociales, así como la comunicación y el lenguaje, ya que lxs peques dialogan entre sí durante la partida. Por otra parte, al ser un juego manipulativo también estimula su motricidad fina.
El tamaño, solidez, diseño y textura de sus piezas son realmente adecuadas e ideales para favorecer el agarre de sus pequeñas manitas y practicar la coordinación visomotora.
El componente grupal le encanta a mi hijo, que disfruta sintiéndose parte del equipo y agradece ser tenido en cuenta por los mayores cuando jugamos todos juntos en casa.
Las piezas de fruta son realmente llamativas, y tanto estas como la cesta para recolectarlas resultan componentes apropiados también para practicar el juego libre incluso más allá de los 4 años, por lo que va a ser un juego al que vamos a dar muchos usos diferentes y vamos a aprovechar durante mucho tiempo.
En este sentido mi hijo las está utilizando también bastante en solitario, como parte de sus juegos simbólicos, jugando con ellas a las cocinitas, el mercado, las tiendas, etc.
Asimismo, estas piezas nos pueden servir como material base para hablar con lxs niñxs sobre los colores, las formas y los diferentes tipos de fruta así como sus beneficios, por lo que también favorece la comunicación, el lenguaje, la creatividad y el vínculo familiar. También podemos jugar con la cesta para enseñares los conceptos de “lleno” y “vacío”.
El hecho de que el peque también pueda jugar solo es un gran incentivo, ya que le sirve de entretenimiento durante aquellos momentos del día en los que nos quedamos a solas, él y yo, y tengo que preparar comidas o cenas, recoger la casa, atender el teléfono o contestar un e-mail.
Después de haber leído tantísimas reseñas positivas sobre este juego la verdad es que teníamos muchas ganas de probarlo y ha resultado ser todo un acierto incluirlo en nuestra ludoteca infantil ya que en casa ha sido todo un éxito. Sin duda alguna, es el mejor para esta edad que tenemos ahora mismo en casa.
La entrada Potenciar las Inteligencias Múltiples mediante el juego (IV): Inteligencia Interpersonal se publicó primero en Una Mamá Novata.