Feel and Find es un precioso juego de reconocimiento táctil que consiste en meter la mano en la bolsa para encontrar las figuras que corresponden a las tarjetas ilustradas.
Feel and Find: ¡Toca y encuentra!
Como sabéis hace poco fue el cumple del peque y os prometí que os iba a enseñar todos los regalitos interesantes que había tenido. Así que siguiendo la ronda de los últimos posts en los que ya os he enseñado otros materiales de juego, hoy le toca el turno a Feel and Find que ha sido uno de los que más nos han gustado y más éxito ha tenido.
Llegado desde la tienda online de juguetes educativos Jugar i jugar, Feel and Find está fabricado en madera, tela y cartón. Se presenta en un cilindro con asa y el mismo packaging forma parte del juego, que también incluye 1 tapa de madera, 1 saco de tela, 21 figuras de madera acompañadas de 20 tarjetas que muestran el dibujo de cada una de las figuras.
Es un juego sensorial para explorar a través del tacto, indicado para peques de 2 a 6 años que propicia el desarrollo de los sentidos (la vista y el tacto), del lenguaje, de la motricidad fina y la imaginación.
Sigue la línea pedagógica de Montessori, según la cual lxs niñxs aprenden a través de materiales manipulativos, sensoriales, vivencias y experiencias propias.
¿Cómo se juega?
Es un juego muy versátil que tiene varios modos de uso (esto nos encanta porque multiplica las posibilidades de juego). La principal consiste en meter todas las figuras de madera en el saco de tela que está cosido al interior del cilindro e ir proporcionando a lxs niñxs tarjetas de una en una para que, mediante la exploración táctil (metiendo la mano y sin mirar), encuentren palpando las figuras que se les va pidiendo.
Lo ideal al jugar con niñxs muy pequeñxs (o hasta que se familiarizan con el juego) es que les dejemos ver y tocar las figuras antes de comenzar a jugar, para que lxs peques se familiaricen con ellas.
Después podemos comenzar metiendo unas pocas figuras en el saco (e incluso permitirles mirar dentro de él las primeras veces) hasta que comiencen a captar la dinámica de juego.
Después, podemos ir aumentando el número de figuras e introducir la prohibición de mirar dentro para añadir interés y emoción al juego.
Si juegan en grupo, lxs niñxs van robando por turnos una carta del montón y tratan de encontrar palpando la figura correspondiente. Si aciertan, se quedan con la tarjeta correspondiente e introducen de nuevo la figura en el saco y pasan el turno al siguiente jugador.
De lo contrario, devuelven la ficha al montón y le toca probar suerte al siguiente participante. Por ejemplo:
Al final del juego gana quien más tarjetas haya acumulado (que será quien más figuras haya conseguido acertar palpando).
Y vosotrxs diréis: “pero acabas de decir que hay 21 figuras y 20 tarjetas…”. Pues sí, es que para hacer más emocionante el juego, hay una pieza extra: la bomba. El niño o la niña que la extraiga pierde todas las tarjetas conseguidas y empieza de cero. ;P
Es una pieza de la que se puede prescindir si veis que lxs más chiquitinxs se frustran mucho. Pero yo soy más partidaria de aprovechar la ocasión para inculcarles valores durante el juego, como la tolerancia a la frustración o aprender a perder con deportividad.
Otras variantes de juego
En la hoja explicativa del juego se incluyen instrucciones detalladas con otras propuestas de juego, como el bingo. En este caso repartiríamos varias tarjetas entre los jugadores e iríamos sacando piezas del saco hasta que completáramos nuestras ilustraciones. El primero en lograrlo sería el ganador y cantaría “¡bingo!”.
A nosotros jugando en casa se nos ocurrió que también podíamos jugar a formar familias (es decir: clasificar piezas por asociación de atributos) ya que hay varios grupos de figuras claramente definidos: los transportes, las frutas y hortalizas, los animales y los elementos naturales.
Asimismo, el peque de forma totalmente espontánea comenzó a apilar las piezas de madera en equilibrio. ¿No os parece una propuesta fantástica? En este caso podemos intercambiar el papel de las figuras y las tarjetas, metiendo estas últimas en el bote y jugando a apilar las figuras en el orden de las cartas que vayamos sacando “a ciegas”. ;P
También podemos hacer un ejercicio de clasificación muy característico de la pedagogía Montessori que consiste en emparejar cada figura con su imagen correspondiente. Esta es la modalidad de juego que más le gusta y entretiene a mi hijo por el momento.
Y, por último, las figuras de madera son en sí mismas pequeños muñequitos que lxs peques pueden utilizar para practicar el juego simbólico y crear sus propios mini mundos.
Como podéis comprobar, es un juego de lo más polivalente y con mucho recorrido que les va a durar muchos, muchos años. Además no es nada caro (menos de 20€) así que lo vamos a amortizar muchísimo durante bastantes años.
Nos gusta porque…
Para empezar es un material manipulativo, que ayuda a lxs peques a desarrollar muchas habilidades y a explorar su sentido del tacto.
Esto para mí resulta fundamental, ya que como sabéis no me suelen agradar los juguetes llenos de luces y sonidos que restan protagonismo a lxs niñxs durante sus horas de juego.
Es un tipo de juego que apela directamente a la curiosidad innata de lxs pequeñines ¡y de los que no son tan pequeñines! Y si no que se lo pregunten a nuestro gato Siete… ¡que no puede evitar meter la cabeza en el cubo a ver qué hay dentro! XD
El diseño del juego es una maravilla, como es habitual en Vilac (¿qué tiene el juguete francés que lo hace tan especial? ¡Cuidan tanto sus diseños que crean piezas casi mágicas!). Las piezas de madera tienen el tamaño perfecto para las pequeñas manitas, tienen caritas sonrientes y están pintadas de colores intensos. Hay animales, hortalizas, medios de transporte y elementos naturales relacionados con el clima.
Las ilustraciones de las tarjetas también son preciosas y tienen un formato muy original a modo de “quesito”. Cuando jugamos a la modalidad de bingo, podemos hacer un círculo con ellas poniéndolas juntas, ya que encajan entre sí a la perfección.
La calidad de sus materiales es un gran plus. En casa respetamos mucho los materiales educativos y cuidamos mucho los juguetes, y este tipo de piezas son de las que te gusta conservar y vuelves a sacar una y otra vez con el paso del tiempo, llegando a pasar por las manos de varias generaciones de niñxs de una misma familia.
Las experiencias que atesoran este tipo de juguetes unen a abuelos, padres e hijos; aportándoles un gran valor añadido: el valor sentimental. Y es que, no en vano, esta juguetera lleva más de 100 años fabricando juguetes mágicos y atemporales…
Vilac, calidad y diseño al servicio de la infancia
En el corazón del Jura, entre montañas, lagos y bosques, entre Champagnole y Saint-Claude, Vilac ha sido más de cien años, los juguetes de madera en Moirans-en-Montagne. Juguetes intemporales, juguetes únicos que hacen soñar a toda generación.
Una marca segura y de confianza
Vilac es un fabricante francés de reconocido prestigio que elige con cuidado las maderas de las que nacen sus creaciones de acuerdo con las características técnicas del producto. Trabajan principalmente con madera de haya, pino y boj procedente de bosques gestionados de forma sostenible.
Todos sus juguetes están son libres de alérgenos, ftalatos y sin plomo. Asimismo, sus lacas y pinturas no tóxicas son probadas por laboratorios aprobados que garantizan el paso seguro de los juguetes de las manos a la boca.
Y para que veáis hasta que punto cuidan cada detalle y se preocupan de la seguridad de lxs niñxs, en sus juguetes colgantes (equipados con una cuerda) se incluye un clip de seguridad para evitar el estrangulamiento. También las partes más pequeñas de sus juguetes son revisadas con cuidado y advertidas en el empaque del producto para prevenir el riesgo de asfixia.
Tras el proceso de fabricación, los juguetes pasan por el control de calidad de su propio departamento y también por el de laboratorios certificados (como SGS o Bureau veritas) para garantizar la conformidad de los materiales de juego y de todos sus componentes.
Como resultado, todos los juguetes de Vilac tienen la marca CE, una marca reguladora que garantiza que el producto cumple con los estándares técnicos y adquiere el derecho de libre circulación en toda la Unión Europea.
De hecho, los estrictos controles a los que los someten es ha valido el Sello de calidad Entreprise du Patrimoine Vivant, y su política de fabricación con materiales sostenibles el Sello de conocimiento del Parque Natural Regional de Haut Jura.
La entrada Juego sensorial Feel and Find: un juego de formas para “sentir” afín a la pedagogía Montessori se publicó primero en Una Mamá Novata.