A partir del año, el desarrollo motor y cognitivo de lxs peques alcanza todo un hito. Nuestrxs peques ya son expertos gateadores y muchxs de ellxs ya se ponen en pie o incluso han comenzado a caminar. Los que no, están a punto de hacerlo. En esta fase de la infancia se convierten en grandes exploradores, su curiosidad por descubrir y conocer aumenta y tienen un hambre voraz de nuevos conocimientos. Para fomentar su desarrollo evolutivo en este momento os enseñamos los juguetes recomendados de 12 a 24 meses.
De 12 a 24 meses: nuevas necesidades
Si habéis llegado hasta aquí es porque tenéis peques de 2 añitos en casa y os surgen muchas veces dudas acerca de cuáles son los materiales de juego más adecuados para ellos. En este post os vamos a recomendar juguetes educativos y respetuosos con la infancia que además potencian el desarrollo físico y cognitivo de lxs niñxs de entre 1 y 2 años.
Sin embargo, antes de seguir leyendo os recomiendo que le echéis un vistazo al post anterior que elaboramos, donde hablábamos de cuáles eran las dudas más frecuentes a la hora de elegir y comprar juguetes porque os va a resolver muchas de vuestras dudas y os va a permitir elegir materiales por vosotros mismos.
Además, si tenéis en casa algunos de los materiales que os recomendábamos en el post dedicado a los juguetes recomendados de 0 a 12 meses, comprobaréis que muchos de ellos todavía tienen tiempo de uso durante esta etapa (como el arcoíris Waldorf).
Sin embargo otros (los utilizados durante los primeros meses de vida) habrán quedado en desuso porque ya no serán estimulantes para lxs peques. Es el momento de reemplazarlos por otros que les acompañen durante esta nueva etapa y cubran sus nuevas necesidades.
La regla básica a la hora de elegir y comprar juguetes
Con lxs niñxs menos es más. Lo que quiere decir que cuanto más sencillo sea el material de juego, mejor. Más uso le dará durante mucho más tiempo. Imaginamenos un juguete muy especializado en realizar 3 funciones muy específicas. El niño o la niña no puede imaginarse qué otro uso aparte de esas 3 funciones puede darle porque es un juguete muy cerrado.
Sin embargo los materiales abiertos y desestructurados pueden servir para construir, encajar, apilar y formar mini mundos imaginarios porque su forma poco definida puede convertirse en todo aquello que lxs niñxs necesitan o quieren que sea en cada momento (y de nuevo pongo el ejemplo del famoso arcoíris).
Por este motivo, muchas veces yo difiero de la recomendación de edad del fabricante y recomiendo siempre observad las necesidades específicas de cada niño. Mi hijo, que jamás se ha llevado nada a la boca y desarrolló muy pronto la motricidad fina y el pensamiento espacial, jugaba con canicas y juegos de construcción de ladrillos pequeños desde antes de los 12 meses.
En cambio otros materiales (como ciertos encajables Waldorf), suelen sacarse mucho más provecho a partir de los 2 años de edad, aunque el fabricante estime como apropiada la edad de 12 meses para su uso.
De igual forma, no es bueno que lxs niñxs tengan una excesiva acumulación de juguetes a su alrededor. Su atención se dispersa y terminan por no hacer caso a ninguno de ellos. Con 5-7 juguetes a su alcance al mismo tiempo hay más que suficiente para fomentar el juego libre y facilitarles la labor de aprender a conservar, cuidar, ordenar y guardar sus cosas; un aprendizaje que debe estar unido al juego.
¿Cómo puedo saber si un juguete ha caído en desuso definitivamente?
Los buenos juguetes son la principal herramienta de aprendizaje para lxs niñxs durante toda la primera infancia, por eso es importante saber elegir los más adecuados en cada etapa evolutiva. Algunos de ellos, aunque fantásticos y necesarios, cubren tan solo determinada fase de su desarrollo. Otros, en cambio, abarcarán prácticamente la totalidad de la infancia de nuestrxs hijxs.
Pero, para no acabar acumulando innecesariamente (lo que no es positivo ni para el niño ni para la familia), debemos ir reemplazando aquellos que ya no se van a utilizar más.
¿Cómo podemos saber si un juguete ya no se va a usar más? Esta es una duda muy común en todos los hogares. A veces no sabemos si retirar determinados juguetes porque no estamos seguros de si el niño o la niña han perdido temporalmente el interés por ellos y más tarde retomarán su uso, o si agotaron su propósito definitivamente…
Generalmente lxs niñxs sienten un apego especial sus cosas. Un truco muy simple y sencillo que resulta la mar de efectivo para “jubilar” juguetes sin miedo a equivocarnos, es guardar aquellos que parecen haber sido olvidados durante 2 ó 3 semanas. Si al verlos de nuevo el peque se alegra, es que aún tiene recorrido aunque lo use poco o de tanto en tanto. Si, por el contrario, pasa olímpicamente, es que ese juguete ya agotó todas sus posibilidades.
Juguetes recomendados desde los 12 hasta los 24 meses
A partir del año de vida, las opciones de juego se multiplican. En esta etapa se imponen los materiales de juego que fomentan la imaginación, la creatividad, el pensamiento lógico, el razonamiento abstracto, la curiosidad, el lenguaje, la motricidad fina y el movimiento del cuerpo.
Asimismo, todos los materiales de juego en esta etapa han de ser manipulativos y promover la estimulación sensorial de lxs peques.
Por último me gustaría señalar que cuanto mayor es el peque, mayor será el tiempo de uso de sus juguetes, ya que los materiales de juego comienzan a ser más versátiles, durareros e interesantes, de acuerdo a sus nuevas habilidades (lo que a menudo compensa los precios un poco más altos – aunque no en todos los casos – de esta etapa).
Descubrir y explorar con los sentidos
Los 12 meses son un momento adecuado para utilizar o ampliar nuestra cesta de los tesoros (de la que ya os hablábamos en el post anterior que os he dejado enlazado más arriba). Las piezas que antes podían suponer un riesgo de asfixia, ya han dejado de ser peligrosas. Los elementos naturales como piñas, sedas, fieltro, esponjas, madera, mimbre, etc. son perfectos para la exploración y la estimulación sensorial.
Juguetes con ruedas
Los juguetes de arrastre son fantásticos para esta etapa. Promueven el desarrollo de la motricidad gruesa y animan a caminar, ya que a lxs niñxs les divierte observar como ruedan tras ellos mientras tiran de la cuerda.
Hay muchísimos modelos diferentes, pero a mí personalmente me encanta esta tortuga con rueda de Grimm’s, ya que combina la actividad del arrastre con el juego con bloques de encaje y construcción. Está formada por 10 piezas que se encajan para formar el caparazón de la tortuga. Tanto la tortuga como los bloques están hechos en madera de tilo teñida en colores llamativos con tintes a base de agua no tóxicos y con un acabado en aceite vegetal.
También es el momento de proporcionar a lxs peques sus primeros cochecitos (o animalitos con ruedas y similares). Les encanta hacerles rodar por el suelo y provoca que ellxs se muevan y hagan ejercicio. Estos que os muestro también son de Grimm’s y vienen en un conjunto de 6 cochecitos de madera de colores.
Un camión transportador como este de Janod en un 2×1 estupendo que proporcionará diversión y multiplicidad de opciones de juego a lxs peques durante muchísimo tiempo, ya que para cuando acabe la etapa del arrastre, lxs niñxs podrán jugar con los cochecitos que incorpora el camión de mayor tamaño y asimismo, podrán combinarlos con muchos otros juguetes.
El camión de bomberos Bricolo de la misma marca fue durante mucho tiempo uno de los juguetes favoritos de mi hijo y aún hoy en día, con 3 años ya, lo sigue usando de vez en cuando. Incorpora un montón de piezas y les permite jugar al arrastre, a los vehículos y al bricolaje al mismo tiempo.
Apilables y encajables
Los juguetes apilables y encajables son algunos de los más utilizados por lxs niñxs de esta edad y cuentan con la ventaja de que serán utilizados por muchísimo tiempo. Para construir, como parte de escenarios más grandes donde desarrollar el juego simbólico (puentes, casas de muñecas, guarda tesoros, etc.), para apilar, encajar, clasificar o almacenar objetos…
Son muy versátiles y si los elegimos de materiales nobles, como la madera, durarán toda la vida. Por eso es recomendable invertir un poco más en ellos. Uno de nuestros favoritos son los cubos apilables grandes, también de Grimm’s. Son un material afín a la pedagogía Waldorf con múltiples usos y posibilidades.


Nosotros los tenemos en los colores vivos del arcoíris, pero esta versión en tonos pastel no existía cuando se los regalamos al peque y son preciosos. Como todos los juguetes de Grimm’s, están fabricados en madera teñida y con un acabado de aceite de vegetal.
Las torres apilables son otro clásico infantil en el que merece mucho la pena invertir. El modelo de Grimm’s está formado por 9 discos de diferentes tonos y tamaños y está disponible en los colores arcoíris y pastel. Me gustan por el mismo motivo que los cubos: sus piezas grandes son fácilmente manejables por lxs más peques de la casa.




Hay otro apilable de Grimm’s también muy interesante: el apilable de madera con 4 torres de 2, 3 y 4 piezas y con diferentes tamaños y colores, para apilar en una base con soporte. En total, 14 piezas grandes y manejables de materiales nobles y no tóxicos que además de los beneficios de sus homólogas, ayudan a lxs niñxs a desarrollar la discriminación de colores.
Como veis, en algunos tipos de juguete hay varias opciones. Yo os muestro algunas de ellas, pero no es necesario tenerlas todas. Cuando varios juguetes cumplen la misma función, lo ideal es escoger el que más nos guste para nuestrx peque.
Bolas y pelotas
Las formas esféricas fascinan a lxs niñxs, las pelotas que ruedan, botan y giran son divertidas y estimulantes a partes iguales. Algunos modelos incorporan características extra realmente originales, como este set de 4 bolas de madera de descubrimiento de Haba, cada una con una característica para que los más pequeños descubran y aprendan jugando mediante los sentidos: una con orificios para mirar, otra con sonajero para agitar y oír, otra con grabado plateado para tocar y la última con espejo para ver su reflejo. Las 4 son muy resistentes y de excelente calidad, tienen el tamaño de una mano infantil (más o menos el de una pelota de tenis) y vienen presentadas en una práctica caja de almacenamiento.


Espejos y lupas infantiles con lentes de seguridad
A partir de los 10-12 meses lxs niñxs comienzan a sentirse poderosamente atraídos por los espejos. El espejo les permite reducir su ansiedad por separación, al enseñarles que cuando algo desaparece de su campo de visión no significa que deje de existir. También les ayuda a reconocerse a sí mismos y a mejorar su expresión gestual. Los espejos infantiles son espejos de seguridad (irrompibles), como este espejo de madera con mangos de Tickit que lxs peques pueden sujetar con ambas manos.
Este set de 7 cuadros de madera de colores de Tickit incluye una lupa, un espejo plano y un espejo cóncavo y convexo para primeras experimentaciones. También 4 ventanas de metacrilato de colores para ver cambiar el mundo de color mirando a través de ellas.
A mí me gusta todavía más el set de 6 paneles de madera de colores de Tickit, de similar estilo al anterior pero con asas laterales que facilitan que lxs más pequeñxs las manipulen con mucha facilidad. Eso sí: no admite la posibilidad de construir con ellos, como las ventanas cuadradas de la imagen anterior.
Juego de encaje de formas
Las cajas de madera para encajar formas también son ideales para este periodo. Ayudan a lxs niñxs a desarrollar la motricidad mediante la manipulación de piezas. También sirven para introducirles en la geometría y enseñarles los nombres de las figuras geométricas. Es mejor que la primera que escojamos sea lo más sencilla posible. Con 3 ó 4 formas es suficiente. Podemos ir aumentando el número de encajes a medida que aumenten las habilidades del peque.
Para comenzar, este encajable de madera de Djeco es perfecto. Incluye 4 piezas para encajar con forma de triángulo, círculo, estrella y cuadrado. Todo el set es de madera y la caja cuenta con un lateral abierto para sacar las pieza con comodidad.
Los encajables son la antesala de los primeros puzzles. Divierten y entretienen a lxs niñxs, pero lo más importante es que les abren la puerta a un mundo de infinitos beneficios. Los puzzles desarrollan el razonamiento y la capacidad lógica, la concentración, la paciencia, la motricidad fina, la coordinación ojo-mano, les enseña el principio de causa-efecto y les familiariza con tamaños y formas, entre otras cosas. Como siempre, empezaremos escogiendo un par de los más sencillos para ir aumentando poco a poco el nivel de dificultad a medida que el peque se familiarice con ellos.
Este puzzle de madera con 3 piezas de Djeco está formado por piezas redondas de varios tamaños y colores y cada una de ellas incorpora un botón de agarre para que lxs peques puedan cogerlas y encajarlas con facilidad. Además, debajo de cada círculo lxs peques descubrirán una pequeña sorpresa: el dibujo de un animal diferente: un mono, un león y un elefante.
Este otro modelo, también de Djeco, también consta solo de 3 piezas pero del mismo tamaño y diferente forma geométrica: un cuadrado, un triángulo y un círculo. Debajo de cada forma hay un dibujo de un animal: una vaca, una gallina y un cerdito. En tanto el primero les enseña los colores, tamaños y animales; este segundo les enseña las figuras geométricas y también los colores y los animales.
Y así, poco a poco, llegaremos a los primeros puzzles con formas encajables grandes y figuras más variadas para enriquecer el juego y el aprendizaje de lxs peques. Como este puzzle de madera encajable mar de Djeco, con piezas tridimensionales para encajar, grandes y manejables por los más pequeños. Incluye 3 piezas con forma de pulpo, ballena con su cría desmontable y un pescador con su barco desmontable.
Los puzzles con formas encajables mar y jardín también tienen una gruesa base de madera y sus piezas son grandes y sólidas. Su colorido diseño anima a lxs peques a su manipulación y también, más adelante, pueden practicar el juego simbólico con sus animales de madera.


Los encajables que combinan la madera con la tela, son fantásticos para ofrecer diferentes posibilidades y otras texturas a lxs niñxs, como este puzzle de madera y fieltro de Djeco.
Los puzzles y encajables sensoriales son especialmente interesantes por cuanto permiten a lxs niñxs desarrollar múltiples sentidos de forma simultánea durante el juego manipulativo. Este puzzle de madera con tela de Goula tiene piezas para encajar con forma de animales bajo los cuales se esconden diferentes tipos de telas y texturas.
Los encajables de madera sensoriales de Le Toy Van (modelo de 4 piezas y modelo de 9 piezas) son materiales muy especiales. Sus bloques de piezas para encajar en la base tienen diferentes atributos sensoriales: cada pieza cuenta con una característica relacionada con los sentidos para que los niños puedan sentir diferentes tactos, reflejarse en el caleidoscopio, apretar un tornillo, encajar una pieza, escuchar cascabeles, apretar botones…
De esta forma, se fomenta el reconocimiento del color y la forma, pues el hueco de la base donde se encaja cada pieza tiene la misma forma y color que la que encaja.
Como siempre, cuanto más pequeñxs son lxs niñxs más recomendable es comenzar por el modelo más sencillo (arriba) y de menos piezas. Después podemos pasar al de mayor número de piezas o adquirir este directamente cuando el peque ya está lo suficientemente familiarizado con el juego de encaje de formas.
Y, por último, llegaremos a los puzzles de madera cuyas piezas forman una figura, como este puzzle con forma de mariposa de Goula.
Otra opción interesante, a medio camino entre el puzzle y el juego de construcción, son los encajes de ruedas móviles como este sistema de engranajes de 7 piezas de Le Toy Van, con piezas encajables de madera móviles con forma de flores, que giran creando un bonito efecto.
El plus que ofrecen este tipo de encajables es que ayudan lxs niños más pequeñxs a comprender el sistema de engranajes desarrollando el sistema cognitivo, su razonamiento lógico, enseñándoles el principio de causa y efecto (“si giro la rueda, todo el mecanismo se mueve”) y el reconocimiento de tamaños y colores.
Primeras construcciones
Los bloques de construcción son un juguete estrella en todas las edades y para todxs los niñxs del mundo (y también uno de los juegos que más beneficios aportas en todas las edades). Para esta etapa a mí me gustan muchísimo más los bloques de madera que los ladrillos de plástico, ya que lxs niñxs pueden colocarlas y apilarlas como quieran sin tener que encajarlas siempre de la misma manera.
Para mí los más bonitos son los de Grimm’s, del que os doy 2 ejemplos: el set de 74 piezas de madera de formas, tamaños y colores variados para construcciones (arriba); y el kit de 36 cubos de madera en tonos pastel, que viene con una bandeja de madera a modo de base (abajo).
Kits sencillos y de pocas piezas para formar construcciones concretas también son adecuadas para este momento siempre que sean muy simples para que lxs niñxs no se frustren, como set de 4 piezas de madera para construir una casa también de Grimm’s, de inspiración Waldorf y tan original, que permite a lxs peques apilar unas piezas encima de otras en equilibrio sin que se caigan. Resulta perfecto para desarrollar la destreza, la concentración, la habilidad motora fina y la coordinación manual y visual de los niños.
Instrumentos musicales
La etapa comprendida entre los 12 y los 24 meses también es perfecta para desarrollar en lxs niñxs la inteligencia musical (si queréis saber más sobre la Teoría de Gardner, podéis consultar este post sobre las Inteligencias Múltiples en lxs niñxs).
El picafuerte xilófono de Hape es un estupendo 2 en 1 que permite a lxs peques practicar el golpe con martillo para hacer caer las bolas y que estas toquen las teclas, o utilizar el xilófono de manera independiente. Está fabricado en madera de alta calidad pintada con alegres colores y sus teclas producen un sonido muy agradable. Es un juguete que estimula el oído, la motricidad fina, la destreza, la coordinación ojo-mano y la habilidad manual.
Experimentación sensorial
Este es un tipo de materiales de juego que a mí me gustan especialmente porque ofrecen una gama muy amplia de posibilidades y a lxs niñxs les fascina manipularlos. El set de 16 bloques de madera de colores sensoriales, también de Tickit (en materiales de juego sensorial esta marca es líder indiscutible), es súper completo.
Sus bloques adoptan la forma de diferentes figuras geométricas, tienen el borde de madera y una cavidad transparente con granos, bolas, líquido y arena de color en su interior. Además tienen un tamaño perfecto para lxs niñxs, que también pueden jugar a construir con ellos y más adelante pueden combinarlos con la mesa de luz, así que tendrán muchos años de uso.
Juguetes de agua
Los juguetes para el agua (el baño, la piscina, la playa, etc.) son geniales en esta etapa en la que lxs peques tienen muchísima más movilidad y disfrutan de la hora del baño. Yo siempre intento evitar los típicos muñecos de goma que tragan y escupen agua porque acumulan muchísimos hongos, que son un tremendo foco de infección.
En cambio juguetes como este paraguas atrapabolas de Hape fabricado en resistente plástico duro me parecen perfectos para que lxs peques puedan hacer experimentos en el agua. Incluye 3 pelotas para atrapar y dispone de agujeros de drenaje por donde salen divertidos chorros de agua. El conjunto además es llamativo y de gran tamaño, perfecto para ser utilizado por manitas pequeñas.


Los cubitos de plástico para el agua también son una buena opción. A lxs niñxs les divierte atrapar y soltar agua con ellxs, este conjunto de 3 cubos con diferentes sistemas de drenaje, también de Hape les hace darse cuenta de la relación causa-efecto, explorar diferentes mecanismos y experimentar con el agua de forma variada.



Juego simbólico
Aunque lxs niñxs no desarrollan plenamente el juego simbólico hasta los 2-3 años, si el/la peque muestra interés por lxs muñecxs podemos decantarnos por los peluches (que no resultan muy seguros antes de los 12 meses por más que se meta en la cama a lxs peques con ellos), muñecxs de trapo o cualquier otro modelo blandito con una estética alejada de estereotipos, como los de Maileg o los de Pani Pieska.
También podemos incorporar algún juguete de oficios (cocinitas, médicos, etc.) que incluya piezas de materiales y tamaños adecuados para niñxs de 1 a 2 años, como este maletín de médicos de tela de Lilliputiens con 9 piezas blanditas para jugar a los doctores.
¿Hace falta tener todos estos juguetes?
Por supuesto que no, al menos, no si son del mismo tipo y desde luego no todos al mismo tiempo. La etapa de 1 a 2 años abarca muchísimos meses en los que el niño o la niña desarrollándose y precisando nuevas opciones de juego.
Mi hijo ha tenido 1 ó 2 de cada categoría que os he destacado (arrastre, construcción, puzzle, etc.) y los hemos ido sustituyendo a medida que crecía y dominaba su juego (con el consecuente aburrimiento, al carecer ya del estímulo del descubrimiento).
Por ejemplo: primero jugó con una cajita con encajables, después llegó su primer puzzle de encajables (que convivió durante un tiempo con la cajita y la terminó dejando desfasada), después con su primer puzzle de piezas de cartón gigantes (que reemplazó inmediatamente al anterior), etc.
Cada una de estas categorías de juguetes fomenta una serie de habilidades específicas. Por eso es bueno combinar 4-6 juguetes durante un tiempo, hasta que veáis que ya no despiertan interés alguno en vuestrx peque. Entonces será el momento de irlos reemplazando por otros con funciones diferentes, más versátiles o más complejas (dentro de que el juguete siempre ha de ser lo más sencillo posible).
Tampoco tenéis por qué reemplazar los 4 ó 6 juguetes al mismo tiempo. Puede que una simple pelota de goma estimule el juego del niño durante varios años, en tanto que un puzzle o encajable muy sencillo quede en desuso tras varios meses de vida útil.
La entrada Cómo saber cuándo “jubilar” juguetes + juguetes recomendados de 12 a 24 meses se publicó primero en Una Mamá Novata.