A todos los niños les encanta bailar. ¡Y todos bailan desde muy chiquititos! Es escuchar música y ponerse a menear el esqueleto. Apenas unos acordes y enseguida su cuerpo empieza a moverse. El baile es una actividad que los papis debemos fomentar porque bailar es muy beneficioso para los niños, tanto desde el punto de vista físico como psíquico.
El baile es una reacción innata en los niños. De hecho, las últimas investigaciones afirman que los bebés nacen programados para bailar y tienen una predisposición natural a moverse al ritmo de la música. ¡Y siempre suelen hacerlo con una sonrisa! Eso es porque bailar les produce placer y les desinhibe. Se dejan llevar y no sienten ninguna vergüenza. ¡Y eso les permite disfrutar del baile con mayor libertad!
El baile y los niños: beneficios para toda la vida
Bailar es tan bueno para los niños, que la danza se utiliza incluso (con excelentes resultados) para el tratamiento de algunos trastornos de desarrollo en la infancia. Y es que bailar es mucho más que una actividad placentera. También tiene importantes ventajas físicas y emocionales, por lo que todos deberíamos bailar más a menudo.
En el caso de los bebés y los niños pequeños, los beneficios de bailar son numerosos. El baile favorece su desarrollo físico, mental y emocional. Aprendiendo a bailar, los niños desarrollan sus capacidades intelectuales y sociales. Con el baile, los peques cultivan su expresión artística, desarrollan su creatividad y fortalecen su autoestima. ¡Y además los beneficios que aporta el baile duran toda la vida!
Además, es una de las prácticas más sencillas que podemos realizar con nuestros peques en casa y en cualquier momento, así como con cualquier tipo de música. ¡No hace falta hacerlo bien! Sólo hay que dejarse llevar por la música y disfrutar con nuestros hijos del baile.
Beneficios del baile en los niños
Para empezar, bailar es una actividad física que favorece el ejercicio cardiovascular, además de fortalecer los músculos y mejorar la elasticidad y el sentido del equilibrio. El baile aumenta la flexibilidad, fuerza y resistencia física en los niños. También les ayuda a mejorar la postura, la circulación y el balance.
También favorece la coordinación, la memoria y la concentración. Los movimientos repetitivos y la intención de hacer pasos coordinados que acompañen a la melodía es un gran estímulo para el desarrollo psicomotor de los peques. Además, les permite descubrir su cuerpo y tener un mayor conocimiento de su propio esquema corporal.
Gracias a la música que acompaña al baile, los niños adquieren un mayor sentido del ritmo y oído musical. También desarrolla su equilibrio, dotándoles de una mayor estabilidad
No hay que olvidarse de algo muy importante: bailar contribuye a mejorar la autoestima, a liberar tensiones y a fortalecer la confianza en sí mismo. El baile les da la oportunidad a los niños de expresar su propio “yo” y compartir su creatividad con otras personas. Además, las clases de baile para niños que promueven el respeto y aceptación de todos los tipos de cuerpo ayudan a los niños a desarrollar una imagen corporal positiva. Mediante el baile, los niños pueden descubrirse, aceptarse y quererse a sí mismos, así como descubrir sus cualidades distintivas y sentir su valor.
La creatividad es otro de los talentos que desarrolla el baile. Cuando los niños aprenden a bailar desde muy pequeños, desarrollan un profundo nivel de autoconfianza en su capacidad creativa. Esta autoconfianza les permite desarrollar cualquier talento innato que tengan pare el baile, otras artes y otras disciplinas.
Bailar incluso mejora las habilidades académicas de los niños. El baile, al igual que la música y otras artes, aporta muchos beneficios para el desarrollo mental e intelectual de los niños. Según muchos estudios, los niños que toman clases de baile tienden a tener más éxito a nivel académico. De hecho, algunos expertos del campo de la educación se han dado cuenta que los niños que tienen experiencia en baile suelen obtener mejores resultados en las pruebas y exámenes escolares en general, y en las competiciones de matemáticas y ciencias, en particular. ¿Por qué? Pues porque bailar aumenta la disciplina y la capacidad de concentración de los niños, les ayuda a crear hábitos regulares y saludables y despierta su creatividad.
Desde el punto de vista social, les ayuda a desinhibirse y a sociabilizarse. Un ambiente creativo donde se promueva el respeto y aceptación de las otras personas, también puede inculcar valores positivos en los niños y mejorar sus destrezas sociales. Les ayuda a desarrollar apreciación y sensibilidad hacia las demás personas, aunque sean diferentes a ellos.
El baile también es un instrumento de cultura. Nos ayuda a desarrollar orgullo cultural y respeto por distintas culturas. Cuando los niños aprenden un baile representativo de su propia cultura, aprenden a apreciar más su herencia cultural. De igual forma, cuando aprenden bailes de otras culturas, aprenden a respetar dichas culturas y expanden su conocimiento del mundo.
Fomentar el baile entre los más pequeños: bailar con nuestros hijos
Se puede fomentar el baile en los bebés poniendo música alegre y rítmica. Preferentemente, con diferentes ritmos (pop, rock, hip-hop, etc.). Podemos bailar con el bebé en brazos o en un portabebés. Más adelante, podemos acompañarle cogiéndole de las manos para guiar sus movimientos. Y más tarde, haciendo pasos sencillos para que puedan copiarlos.
Acompañar el ritmo de la música mediante un instrumento musical, o simplemente dando palmas o chasqueando los dedos, les ayudará a adquirir mayor sentido del ritmo.
Para los más mayores, podemos buscar vídeos musicales infantiles para que bailen en casa o recurrir a juegos de baile para videoconsolas. Los hay para todos los modelos de consola, de todos los gustos y estilos y todos consisten en imitar coreografías sencillas.
Y, desde luego, nunca debemos burlarnos o reírnos de la forma de bailar del niño, sino por el contrario animarle a que lo siga haciendo a su manera.
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