El día 21 de diciembre se celebra en España el Día Nacional del Niño con Cáncer. El Ministerio de Sanidad acordó el evento a petición de la Federación Española de Padres de niños con Cáncer para concienciar a la sociedad sobre esta enfermedad y conseguir más medios para su detección y tratamiento precoces.
Solo así se puede conseguir que todos los niños y adolescentes españoles con cáncer tengan las mismas oportunidades de curación y que su tratamiento se realice en unidades especializadas de Oncología Pediátrica.
El cáncer, la primera causa de mortalidad infantil
Aunque es poco frecuente, el cáncer es la primera causa de muerte en niños de 5 a 14 años. Y, tras los accidentes, es la segunda causa de muerte en el grupo de 15 a 24 años. La incidencia media anual del cáncer infantil en España es de 161 casos nuevos por cada millón de niños y niñas de 0-14 años.
El cáncer infantil más frecuente es la leucemia (tumor de las células de la sangre). Le siguen los tumores cerebrales y los linfomas (tumores de los ganglios linfáticos). Ya con mucho menos frecuencia, están los tumores del sistema nervioso simpático (neuroblastoma), de los tejidos blandos (sarcomas), del hueso, del riñón, los tumores germinales y los oculares.
No se conocen las causas de la mayoría de los cánceres infantiles. La enfermedad aparece cuando las células de una parte del cuerpo crecen más rápido de lo normal y de forma descontrolada. Puede haber síntomas y signos en la zona del cuerpo donde se localiza el tumor (por ejemplo: dolor de cabeza si está en el cerebro). La metástasis es la diseminación del cáncer de la parte del cuerpo donde se originó, a otra.
El cáncer infantil es un importante problema de salud nacional y tiene gran impacto sobre las familias. Se puede curar en un porcentaje de casos muy alto, casi el 80 % (en algunos tipos, las cifras llegan al 90%). Estos buenos resultados se deben a los avances en el diagnóstico y el tratamiento. Su pronóstico mejora cuando el diagnóstico es precoz y la enfermedad está localizada, sin metástasis.
Por eso, es muy importante detectar cuanto antes los signos de alerta del cáncer infantil:
- Palidez, petequias, moretones (hematomas) o sangrados, dolor de huesos generalizado.
- Masas o inflamaciones localizadas sin dolor, sin fiebre ni otros signos de infección, que aumentan de tamaño de forma progresiva.
- Pérdida de peso sin ninguna causa aparente, fiebre sin causa aparente, tos persistente o dificultad para respirar, sudoración excesiva nocturna (hay que ser precavidos al valorar este último signo, ya que ya de por sí los niños pequeños sudan más durmiendo que los adultos, fenómeno que se produce porque tienen un mayor grado de actividad que cesa de forma repentina al dormirse, por lo que el organismo compensa la temperatura corporal con el sudor).
- Cambios evidentes en los ojos (pupila blanca), alteraciones de la visión como aparición de estrabismo, pérdida visual o inflamación alrededor de los ojos (ojos saltones).
- Inflamación o hinchazón a nivel abdominal.
- Dolor de cabeza persistente y progresivo, vómitos (sobre todo si son por la mañana temprano o empeoran con los días).
- Dolor de huesos y articulaciones con hinchazón progresiva, sin signos de traumatismo ni infección.
Los niños con cáncer se tratan en Unidades especializadas de Hemato-Oncología pediátrica. Son equipos formados por especialistas que trabajan juntos. Hay oncólogos infantiles, radiólogos, cirujanos, médicos de cuidados intensivos, radioterapeutas, enfermeros, auxiliares de enfermería, psicólogos y trabajadores sociales.
Su objetivo común es cuidar al niño con cáncer y a su familia. Las familias y los niños enfermos necesitan mucho apoyo emocional. Los grupos de personas voluntarias y las Asociaciones de Pacientes son de gran ayuda en este sentido. Por otro lado, los cuidados paliativos garantizan la calidad de vida del niño.
Aunque la población de niños y adolescentes supervivientes del cáncer va en aumento, aún corren riesgo de sufrir complicaciones relacionadas con la enfermedad o su tratamiento. Necesitan seguimiento y vigilancia médica el resto de sus vidas.
Todos podemos hacer posible que la obtengan. Hay formas sencillas de colaborar con los pequeños enfermos y sus familias. Muchos cuentos y juguetes solidarios, por ejemplo, destinan sus beneficios a las fundaciones y asociaciones que luchan contra el cáncer infantil.
Cuentos y juguetes solidarios
La fundación española Juegaterapia, que tiene como objetivo mejorar la vida de los niños con cáncer, ha impulsa a los Baby Pelones. Muñecos y muñecas sin pelo que llevan un pañuelo en la cabeza con diseños originales creados por famosos como Alejandro Sanz, Shakira, Paula Echevaría o El Hombre de Negro.
Hay varios modelos con distintas expresiones faciales, inspirados en los peques que sufren la enfermedad. Están fabricados en España y el 100% de los beneficios obtenidos van destinados a la fundación.
A través de la compra de este juguete se ayuda a normalizar el cambio físico al que deben hacer frente estos niños a causa de la quimioterapia, a la vez que sirve para solidarizar, concienciar y hacer comprender los sentimientos y la situación de estos pequeños luchadores. También disponen de camisetas solidarias.
Los Rescue Runt son perritos y gatitos de peluche solidarios que luchan contra el cáncer infantil y combaten el abandono animal concienciando sobre el cuidado de las mascotas.
En España los comercializa Bandai y cede parte de sus beneficios a la Fundación Aladina, que presta apoyo integral a los niños y adolescentes enfermos de cáncer. En el blog hemos colaborado con Bandai España en varias ocasiones (esta y esta) para darlos a conocer e impulsar su venta.
El viaje del polizón es una recopilación de cuentos solidarios sobre el cáncer infantil elaborados por varios escritores e ilustradores que han participado desinteresadamente. Sus beneficios son destinados a la Asociación de Padres de Niños con Cáncer (Aspanion) para aumentar las garantías de supervivencia y la calidad de vida de los niños enfermos, así como la de sus familias.
La primera edición de los Cuentos de Nazar se suma a la lucha contra el cáncer infantil donando su recaudación a un proyecto investigador que estudia un tratamiento para un tumor cerebral maligno.
La investigación emplea un virus para luchar contra el cáncer cerebral ATRT (tumor teratoide/raboide atípico) que afecta al encéfalo. Son tumores que aparecen en niños muy pequeños (por debajo de los 2 años) y que les proporcionan muy poca esperanza de vida.
Otros cuentos infantil, aunque no sean solidarios de forma económica; ayudan a los pequeños y sus hermanos, amigos o familiares a comprender y normalizar su enfermedad (como este o este otro).
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