Comprar zapatos para el peque se está convirtiendo cada vez más en una odisea… ¡Es de lo más exigente con lo que calzan sus pies! Nuestro último descubrimiento nos ha salvado la vida: la zapatería infantil online Calzados Carrilé, donde encontramos calzado infantil y joven de las mejores marcas.
Calzados Carrilé, diseño y calidad al cuidado de los pies de los más peques
Cada vez que tengo que comprarle zapatos al peque, me echo a temblar. Es súper exigente con el calzado y tiene su propia forma peculiar de probarlo: tiene que ser capaz de ponérselo y quitárselo él solo, tiene que resultarle cómodo y permitirle saltar, trepar y correr con él.
Además, como madre yo también establezco mis propios requisitos: me gusta, entre otras cosas, que el calzado de mi hijo sea de piel, transpirable, flexible y le permita realizar el movimiento del tobillo.
En resumen: tiene que ser un zapato capaz de adaptarse al ritmo y la actividad de un niño y respetar el correcto desarrollo de su pie.
Y en esas estábamos las últimas semanas, en las que ya resultaba más que evidente que sus actuales zapatos se estaban quedando pequeños y necesitábamos encontrar con urgencia un par sustituto que cumpliera todos los requisitos (los suyos y los míos). XD
Y así fue como conocimos Carrilé, una zapatería infantil online con un amplio catálogo de modelos de primeras marcas y últimas tendencias con más de 50 años de experiencia en el mundo del calzado infantil.
En su catálogo encontramos “desde el primer regalo para el recién nacido, pasando por el calzado de gateo y consolidación de sus primeros pasos, siguiendo por todas las etapas de su crecimiento hasta la edad adulta buscando siempre diseño y calidad con los mejores materiales para su bienestar y confort.” No en vano, es la zapatería especializada en calzado infantil con más solera de Zaragoza y una de las pioneras de toda España.
Nuestra elección: unas Camper infantiles todoterreno
Y allí dimos con el actual calzado de mi hijo: un zapato deportivo Camper de estilo casual, con un diseño actual pero discreto, que pega prácticamente con todo. ¿Verdad que las madres agradecemos este tipo de diseño? 
Su estilo es ideal para que los niños vayan bien calzados a diario al colegio y también son combinables con chándal y vaqueros. 
Camper es una marca española que a mí siempre me ha gustado por sus originales diseños y la calidad de sus zapatos. De hecho, tiene fama de utilizar el mejor cuero en la elaboración de su calzado. Yo misma la he calzado en bastantes ocasiones, pero nunca habíamos probado un modelo infantil y, la verdad, estamos encantados.
Está fabricado en piel de napa azul marino (también lo tenéis disponible en un color azul pavo más llamativo e informal) cómoda y flexible, pero ideal para que el batalleo diario no les deje marcas en seguida. De hecho, ya veis que el primer día que estrenamos el peque ya les dio batalla…
En el interior tiene una mullida plantilla de piel para aportar confort a la pisada. También es extraíble, lo que viene genial a la hora de lavarla. En el exterior tiene adornos de pespuntes en color naranja que le dan un toque desenfadado y divertido.
Los cierres de velcro están situados en el empeine, perfectos para que no le molesten y fomenten la autonomía personal del niño, ya que puede ponérselos y quitárselos él solo de forma fácil y rápida, sin pedir ayuda.
La suela de goma tipo pelotas antideslizante es de lo más curioso que he visto en calzado infantil y respetan el desarrollo del arco plantar. El peque va la mar de cómodo con ella y, como es bastante gordita, ¡puede incluso pisar charcos sin miedo a calarse!
Si os gusta este modelo u otro similar de la misma marca, os aconsejo elegir el número exacto del niño o la niña, ya que aunque las Camper de adulto suelen dar bastante talla, en el caso de las infantiles calzan el número. En el caso de mi hijo: un 25. Las tenéis disponibles en la web hasta el 37, así que podéis calzar igual a varios hermanitos.
Como podéis ver, a mi hijo le sientan como un guante, son resistentes y cómodas ¡y lo mejor es que no hay actividad que no pueda hacer con ellas!
De todas formas, tenéis 14 días naturales para efectuar el cambio o la devolución sin necesidad de justificación en caso de que os equivoquéis con la talla.
Y también tienen varias tiendas físicas en Zaragoza donde podéis ir a verles en horario comercial y vuestros peques podrán subirse a su característico trenecito para probarse los zapatos.
Para mí, desde luego, comprar online en tiendas de confianza, me resulta lo más cómodo. Además, en su shop los gastos de envío son gratis desde 39€ y recibís en casa vuestro pedido en 48h. laborables.
Y, como detalle extra, en estas fechas navideñas Carrilé prepara para regalo todos los envíos y llegan a casa así de bonitos. ¡Perfectos para regalar! Y con un divertido detalle extra para los peques: ¡una original piruleta con forma de pie! 
Otra cosa que me ha gustado mucho de esta zapatería es que tienen otras líneas de calzado, como Carrilé Women&Men, para gente joven y mamás/papás actuales que quieran ir cómodos pero a la moda. ¡Poder hacer las compras de toda la familia en un único establecimiento es algo que a mí me da la vida!
Pero, sobre todo, me gusta porque sus modelos de calzado infantil reúnen todas las características que buscamos a la hora de elegir zapatos para niños.
Cómo elegir los zapatos de los niños
Elegir los zapatos de nuestros hijos de forma que favorezcan el correcto desarrollo de sus pies es fundamental. Para ello, según pediatras y traumatólogos, debemos tener en cuenta los siguientes requisitos:
1. La horma debe ser recta. Esto es: debe resultarnos difícil distinguir qué zapato es el derecho y cuál el izquierdo. De lo contrario, puede deformar los dedos del niño.
2. El forro debe ser sin costuras. Así evitamos rozaduras, ampollas, heridas y abrasiones.
3. La puntera, redonda. Para dejar espacio suficiente a los deditos para moverse con libertad.
4. Sujeción en el talón con un contrafuerte adecuado. Que no sea rígido en exceso y justo por encima del talón, pero no más arriba, para que el niño pueda flexionar el tobillo.
5. Suela antideslizante y flexible. Con pequeños dibujos en relieve para prevenir resbalones. Ha de cuero o de goma, pero nunca rígida. Su altura debe oscilar entre los 3 y 5mm. Nunca más.
6. El broche debe estar sobre el empeine. Para conseguir que el pie esté bien sujeto, pero tenga también movilidad. Yo, personalmente, prefiero los cierres de velcro que dan autonomía al peque para poder ponerse y quitarse él solito los zapatos.
7. Material ligero y flexible. Para facilitar que el peque pueda despegar los pies del suelo en cada pisada, sentirse cómodo y mover el pie con libertad. En este sentido, la piel es el mejor material porque es amoldable y permite la transpiración.
8. El empeine debe ser la parte más flexible del zapato. Para facilitar el confort del niño y su movimiento al andar (pero la suela tampoco debe ser como una pared de ladrillos.) El niño debe de poder correr, saltar y moverse con total comodidad.
Si os dais cuenta, el modelo de mi hijo cumple todas estas características y por eso, precisamente, lo escogimos.
Acertar con la talla
Generalmente la talla varía ligeramente en función del fabricante o modelo (los zapatos deportivos, por ejemplo, suelen tener una horma más ancha que los de vestir). Un truco que nunca falla es probar los zapatos a los niños siempre con los calcetines puestos y a última hora del día (cuando todos tenemos los pies más hinchados).
La talla correcta debe dejar espacio para que puedas meter tu dedo índice entre su talón y el del zapato. Así nos aseguramos que entre la punta de los dedos del niño y la puntera del zapato, estamos dejando el margen libre recomendado para que los dedos estén libres y puedan moverse y desarrollarse sin atrofiarse, doblarse, torcerse o montarse unos sobre otros.
Nunca se debe comprar un zapato de un número mayor para que le valga durante más tiempo. Tan malos son los zapatos pequeños como los grandes, ya que modifican la pisada del niño y además, el peque puede adquirir malos hábitos o posturas inadecuadas al caminar si el zapato se le sale, se desliza o le pesa.
Tampoco se debe de escoger un número menor, pensando que así el pie queda más recogido. El zapato debe proteger el pie del pequeño, pero no aprisionarlo ni deformarlo.
Cuanto más tiempo descalzos, mejor
Los zapatos son necesarios para proteger los pies de los peques del suelo del exterior, pero andar descalzos es lo más saludable para ellos (también para nosotros), ya que de esa forma el pie adopta posiciones que con un zapato no puede.
Andando descalzos los niños fortalecen la musculatura del pie y del tobillo, se forma mejor el arco del pie y favorecemos una correcta postura al caminar. Y no, los niños no se resfrían al andar descalzos por casa. Porque, como os contaba en este post, ¡los virus no entran por los pies! XD
Así que en la playa, en el jardín en verano y siempre que estemos en casa, lo mejor es que los niños vayan descalzos. Así que invertid el dinero de sus zapatillas de andar por casa en unos buenos zapatos de calle, como los nuestros, y en un buen par (o más) de calcetines antideslizantes.
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