Desde que abrí el blog, recibo muchísimas consultas acerca de cómo es ser una mamá blogger, cómo gestiono los contenidos, el tipo de colaboraciones que hago, mi trabajo y la manera en la que gestiono el site. Tantas, que he decidido sentarme a dar respuesta a las que más se repiten.
¿Cómo es que eres una mamá blogger? ¿Pero eso es un trabajo?
Creo que ya he contado esta anécdota alguna vez, pero siempre me acuerdo de ella cuando alguien me hace esta pregunta (que suele ser muy a menudo): un día estaba en la urbanización de mis sobrinas con el peque, y un amigo de las niñas me preguntó en qué trabajaba. Cuando a mí me preguntan esto de pasada siempre digo que soy redactora de contenidos, que es la respuesta corta y sencilla. Pero en aquella ocasión mi cuñada se me adelantó y le contestó que era blogger. El niño (que ya era preadolescente) me echó una mirada llena de curiosidad y me dijo: “¿Puedo hacerte una foto? ¡Es para que mi madre se crea que los bloggers existen!”.
Siempre que me acuerdo me río tanto como en aquella ocasión, pero hay un trasfondo importante en esta anécdota y es que, por una parte; es una profesión que lamentablemente no está regularizada. Y, por otra parte; las nuevas generaciones sí saben bien lo que significa ser “blogger”, aunque a sus padres aún no les parezca un trabajo digno para sus hijxs. ;P
Bromas aparte, mucha gente se piensa que mi trabajo consiste en recibir regalos, sacar una fotito rápida con el móvil y subirla a las redes. El resto del tiempo creen que me lo paso en la peluquería, haciéndome las uñas o tomando café… Esta confusión se debe a que cualquiera puede abrirse un blog o una cuenta en una red social y comenzar a compartir contenido.
Y sí, es verdad: cualquiera puede… Igual que cualquiera puede jugar al fútbol. Pero no todos podemos dedicarnos profesionalmente a ello, ¿verdad? Creo que todos tenemos capacidad suficiente para juzgar los contenidos, la línea editorial y el estilo de un blog… Y resulta que cuando nos fijamos, no todos son iguales ¿no es así?
Pues esto es lo mismo. Para empezar, detrás de cada uno de nuestros posts hay un enorme trabajo de documentación, esfuerzo y horas dedicadas en su elaboración. Eso sin contar la labor de mantenimiento del blog, los aspectos técnicos, etc. Vamos, nada que ver con hacer clic y subir una foto a las redes. Los bloggers tenemos una jornada laboral, como todo el mundo. Solo que la mayoría de las veces trabajamos desde casa.
Para continuar, lxs bloggers profesionales somos autónomos. Es decir, cobramos por nuestro trabajo y por lo tanto facturamos. O lo que es lo mismo: pagamos nuestros impuestos y rendimos cuentas ante Hacienda (que somxs todxs, o eso dicen) y la Seguridad Social.
Yo no puedo hablar por todxs los bloggers del mundo, pero yo soy licenciada en Periodismo y tengo una experiencia profesional de más de 10 años. Ambas cosas avalan mi trayectoria y mi trabajo en este espacio que decidí especializar en crianza, educación, maternidad e infancia. Os recomiendo leer el post que publicó Esther (Estoreta) en su Instagram hace tiempo, porque no se puede explicar mejor ni más claro.
A ver, yo siempre pongo el mismo ejemplo: en todas los sectores hay profesionales y aficionados. Cuando se nos rompe un grifo de agua o una cisterna en casa tenemos 2 opciones: llamar a un fontanero profesional o a nuestro primo el manitas. La primera opción nunca es la más económica, pero sí la más fiable, ¿verdad? 😉
¿Las marcas te regalan todo lo que sacas en el blog?
La mayoría de los posts publicados en Una Mamá Novata NO son patrocinados. Como madre, comparto mis inquietudes, anécdotas, experiencias personales, enfoques educativos… También compro muchos productos infantiles (especialmente cuentos y materiales de juego educativos, que son mi debilidad) y comparto con vosotrxs mi opinión sobre ellos.
En cuanto al resto… Bueno, no son regalos exactamente. Un regalo es algo que se da a cambio de nada (se supone que porque te quieren y te lo mereces, jeje, o porque te lo has ganado) y no un material de trabajo. Cuando una marca o una tienda establece un acuerdo de colaboración contigo es a cambio de tu trabajo. Eso exige tomarse un periodo de prueba con los productos que nos envían, someterlos a diversas situaciones, valorarlos, fotografiarlos, editar todo el material gráfico y redactar un texto de entre 800 y mil palabras (a veces más). En el caso de los vídeos, el esfuerzo y trabajo es aún mayor. Realizar un post patrocinado de este tipo puede llevar entre 2 y 3 días, sin contar con el periodo de prueba del producto.
Sí es normal que algunas (no todas) las marcas y tiendas con las que trabajamos habitualmente tengan de vez en cuando detalles con nosotros en determinadas épocas del año, como recompensa por la calidad o los frutos del trabajo realizado (o simplemente porque son majos). Pero lo normal es que detrás de cada reseña de un producto haya una cantidad increíble de horas de esfuerzo y trabajo.
¿Te quedas con todos los materiales que recibes?
Noooooooooooo. ¡Eso sería imposible! Es físicamente inviable hacer sitio en casa a todos los artículos que trabajamos. Cuando llegan a compartirse en el blog es que todos ellos son maravillosos, pero nos quedamos solo los que más nos gustan o más prácticos nos resultan. A veces varios materiales tienen un mismo uso, aunque su estética sea diferente. En esos casos, hay que elegir forzosamente porque de lo contrario ¡no entraríamos en casa!
En el caso de los juguetes educativos (que es lo que más os suele llamar la atención), repartimos entre familiares y amigos. Y cuando va pasando la etapa de uso, donamos muchos de ellos para hacer sitio a los siguientes. 🙂 A veces sucede que un material que a mí me encanta, resulta que al peque no le hace “tilín” o se cansa en seguida de él al poco tiempo. A veces me da pena, pero no me queda más remedio que regalarlo. En casa no cabe todo y no es bueno tampoco que el peque se acostumbre a tener tanto. 🙂
Y no, no vendemos de segunda mano los materiales que nos proporcionan las marcas/tiendas. Eso estaría muy feo…
¿Cómo eliges trabajar con una marca o con otra? ¿Todo vale si te pagan?
No, claro que no, NO TODO vale. No me gusta recomendar productos que no haya probado antes yo misma, o tiendas que no conozca y/o en las que nunca haya comprado. Cuando colaboramos con una marca/tienda esta ha de ser forzosamente respetuosa con la infancia y nos informamos debidamente del proceso de producción de sus productos, el tipo de materiales que emplea, la línea pedagógica que sigue…
Mi blog es mi casa y no dejo entrar en él nada que contradiga sus normas de convivencia, principios y valores. Hace tiempo redacté una declaración de principios que hice pública en el blog, en la que me extiendo mucho más sobre este tema y sobre los entresijos de mi trabajo diario. Si queréis podéis leerla pinchando aquí. 🙂
¿Hablas bien de todos los productos que enseñas porque te pagan por ello?
No, incluso después de que la colaboración haya sido acordada, si al recibir un artículo en casa no cumple mis expectativas o no me gusta en absoluto, el artículo se devuelve a su remitente y rechazamos el trabajo.
No suele sucederme, es verdad. Por la sencilla razón de que después de años trabajando con el sector de la crianza, maternidad e infancia ya conozco la mayoría de las marcas y los materiales que emplean. Incluso aunque nunca haya colaborado con algunas de ellas. Además asisto ferias, eventos, conferencias, cursos, presentaciones, etc. Por lo tanto, suele suceder que estoy familiarizada de antemano con los productos que me ofrecen y puedo aceptarlos (o no) con conocimiento de causa.
Sin embargo es cierto que algunas veces los artículos desmerecen su fama… Siempre que no pongan en riesgo la seguridad o la salud de lxs niñxs, prefiero darle a la marca la oportunidad de recoger el producto y no mencionarla. Si aún así se empeñan en continuar con la publicación de la reseña sucede algo desagradable para ambas partes: no me queda más remedio que dar mi opinión sincera. Y esto también me ha sucedido un par de veces… A veces (afortunadamente pocas) hay gente que se cree en el derecho de condicionar tu opinión por el hecho de pagarte.
También hay ocasiones en la que un producto es fantástico… pero hay aspectos de él que son mejorables. La crítica constructiva y la honestidad son importantes y afectan a la credibilidad del blog y de la marca, por lo que siempre han sido bienvenidas por parte de nuestras marcas colaboradoras.
¿Cómo te organizas para trabajar en casa?
Esta es siempre para mí la pregunta más interesante y difícil de todas… ¿La verdad? Como puedo. Cuando tuve a mi hijo, decidí reciclarme profesionalmente y quedarme a escribir en casa (además del blog, yo redacto mucho contenido para otras webs) para poder conciliar (y de vez en cuando he seguido realizando algún que otro reportaje televisivo) pero aún así es muy difícil…
Intento levantarme antes que los demás y acostarme después, aprovecho el horario escolar del peque y, como todos, hago malabares para llevar la casa, la familia, el trabajo… En este sentido, mi día a día es igual al del resto de madres trabajadoras. Las tardes las paso con mi hijo y los fines de semana me dedico a mi familia.
¿Qué hago para poder vivir de mi blog?
A diario me escriben otrxs bloggers haciéndome esta pregunta… La verdad es que no lo sé. Cada blog es diferente, tiene su estilo y sus propios contenidos. Lo que me funciona a mí puede no irle tan bien a otro blog. Podéis preguntarme cosas concretas sobre WordPress, SEO, SEM, Analytics, herramientas para elegir palabras clave, edición de imágenes, link building, hashtags, mailing o redes sociales… Y siempre os explicaré cómo lo hago yo. Pero algo tan general como qué hacer para que un blog tenga éxito… Si tuviera una fórmula mágica la patentaría y me haría de oro, creedme. 😉
Lo que sí puedo deciros, si os interesa este tema, es que os forméis. La mayoría de los blogs que se abren terminan cerrándose o quedando abandonados antes del año. De entre los que sobreviven a ese periodo de tiempo, casi ninguno tiene una periodicidad diaria y más del 90% de los blogs personales no llegan nunca a profesionalizarse.
Como regla general, tener un estilo propio ayuda a diferenciarse de los demás. Cuidar los contenidos (tanto su calidad como su originalidad) y su periodicidad, especializarte en algún tema que te guste y en el cual te desenvuelvas bien, aprender a usar bien WordPress y las RRSS a nivel profesional (que no es lo mismo que usarlas por ocio), conocer bien a tu público, cuidar el feedback con tu comunidad, aprender un poco de SEO y otro poco de link building, estar al tanto de los datos que te chiva Analytics para saber qué contenidos gustan más y en qué día y hora publicarlos, así como cuidar el diseño y las fotografías de tu site, son factores imprescindibles para poder llegar a buen puerto con tu nave. 🙂
Me encanta mi trabajo, pero ser una mamá blogger tiene un tercio de lucrativo de lo que la gente cree, la mitad de divertido de lo que parece y el doble de esfuerzo de lo que aparenta. 😉
La entrada 7 Preguntas que me hacen con frecuencia por ser una mamá blogger se publicó primero en Una Mamá Novata.