Como os anunciaba esta mañana, hoy es el cumple del peque (¡3 años ya, como pasa el tiempo!) y tal como os adelantaba os voy a enseñar algunos de los regalos que ha recibido, los que considero que son especialmente interesantes. Y este es uno de ellos: se trata del maletín médico de Le Toy Van, un juguete de tela y madera que recibió el premio Slow Toy Awards 2014 por su especial encanto y la calidad de sus materiales.
Hemos preparado un vídeo para que veáis la impresión del peque cuando lo ve por primera vez y como interactúa con sus piezas. Así podéis comprobar el mucho partido que le pueden sacar los peques a un juguete sin pilas como este.
Maletín médico de Le Toy Van
Como sabéis lxs que me seguís desde hace tiempo, nuestro peque es un superviviente de los fallos del sistema público de salud. Debido a la mala primera asistencia médica de una primera otitis, este problema se convirtió en crónico y entró en grupo de riesgo por sordera.
El caso es que los hospitales, las pruebas médicas, los doctores y las medicinas han formado parte de su vida desde que era un bebé (si habéis ojeado nuestro Instagram este fin de semana ya estaréis al tanto de nuestra última odisea en urgencias…). Y aunque él nunca se ha quejado (es lo que tiene normalizar una situación que es atípica para el resto), había cierto instrumental médico que le causaba temor.
Así que su pediatra nos recomendó un día que le regalásemos un maletín médico de juguete o algún juego de médicos para poder explicarle para qué sirve cada instrumento mientras jugamos y así, al conocerlos y sentirse familiarizado con ellos, les perdiera el miedo.
Así fue como encontré esta pequeña maravilla en la tienda online de juguetes educativos Jugar i jugar. Busqué mucho online pero casi todos los maletines que encontraba eran de plástico y funcionaban con pilas, ya que algunas de sus piezas tenían luz y sonido. Como sabéis mí ese tipo de juguete (por más efectos realistas que tenga) sigue sin convencerme, ya que creo que le roba el protagonismo a lxs niñxs durante el juego y les impide desarrollar la imaginación la capacidad expresiva al privarles de simular ellxs mismxs los ruidos y sonidos, como podéis ver que hace mi hijo en el vídeo.
En cambio este maletín me enamoró en cuanto lo vi. Es un juguete de estilo vintage dirigido a niñxs a partir de los 3 años. Los materiales son preciosos y están muy bien trabajados. El diseño es muy bonito, colorido y alegre. No en vano, fue premiado con el Slow Toy Awards 2014.
No solamente es uno de los maletines médicos más bonitos que he visto, sino también uno de los más completos. Es un juguete de madera y tela para practicar el juego simbólico con gran surtido de instrumental interactivo. El maletín incluye 10 piezas de tela y/o madera pintada:
- 1 maletín médico de tela.
- 1 tijeras de madera.
- 1 jeringa de madera.
- 1 fonendo de madera.
- 1 termómetro de madera.
- 1 martillo de reflejos de madera.
- 1 linterna para los oídos de madera.
- 1 bote pequeño de jarabe de madera.
- 1 bote grande de medicinas de madera.
- 1 medidor de presión de tela, fieltro y de madera.
Todas sus piezas han sido cuidadas hasta el más mínimo detalle. Algo muy característico del fabricante británico de juguetes Le Toy Van. Todos sus componentes y materiales son de gran calidad. Las piezas son de madera pintada y las telas empleadas son bonitas y resistentes.
La bolsa es de tela de algodón guateada y forrado en su interior. Su ligero relleno blandito por dentro para proteger las piezas de madera en su interior. También tiene un cartón grueso forrado de tela en la base para poder mantenerse en pie sin deformarse aún estando vacío.
Tiene asas de madera pintada para ser transportado y un cierre imantado para preservar el contenido ante posibles vuelcos. Su boca es amplia, lo que facilita que lxs niñxs lo manipulen, abran, lo cierren, busquen en su interior y saquen y metan piezas.
Muchas de las piezas del maletín tienen movilidad, lo que hace que el juego sea más realista y permite que los niñxs interactúen con ellas. El termómetro tiene un pivote que se puede mover manualmente para indicar la cantidad de fiebre que lxs peques quieran que marque.
La jeringuilla puede abrirse y cerrarse. Su marcador de cantidad varía según la posición de esta para simular que está llena o vacía.
Los botes de medicina (jarabe para la tos y tónico para el salpullido) tienen un tapón que suena al hacer el movimiento de desenroscarlo.
El tensiómetro es una de las piezas que más gusta a mi hijo. La parte que se adapta al brazo del paciente está hecha de tela con un bonito estampado vichy azul y tiene velcro. Su pulsador es de fieltro relleno y tiene un marcador de madera con una flecha que lxs niñxs pueden girar para marcar la tensión.
El estetoscopio es otra de las piezas favoritas de mi peque. Lleva una goma para poder abrirlo con comodidad y adaptarse a cualquier carita, de forma que al ponérselo en los oídos a lxs niñxs no les molesta.
Por último, las tijeras de madera que no cortan, pero se abren y se cierran para que puedan hacer como que están cortando de verdad (pero no tienen cuchillas ni están afiladas, en realidad ¡no son peligrosas en absoluto!).
El maletín también incluye un otoscopio de madera para ver los oídos.
Finalmente, un martillo para comprobar los reflejos completa este kit, uno de los más completos que he visto hasta la fceha.
Todas las piezas están cuidadosamente realizadas y la gama de colores es fantástica: están pintadas en rojo, crema, plata y mint. Mi hijo está encantadísimo con él y es uno de los juguetes que más le ha gustado (le acompaña a la calle, juega con él en casa, nos examina a nosotros, nosotros a él, él a sus muñecxs…).
Jugar a los médicos
Con este maletín de médico lxs peques pueden jugar a los médicos con sus muñecos, peluches, con sus papás o con otros niños…
Jugando a ser doctores reproducen la situación que ellxs mismos viven cada vez que van al pediatra. De esta forma normalizan la situación, se familiarizan con los procedimientos más habituales y pierden sus miedos.
El maletín de Le Toy Van incluye todas las herramientas más habituales que suelen usar los médicos para que lxs niñxs puedan reproducir las escenas más comunes: mirar los oídos con el otoscopio, auscultar con el estetoscopio, medir la tensión con el tensiómetro, tomar la temperatura con el termómetro, etc.
Jugar a ser médicos es uno de los juegos más típicos del juego simbólico en los niños. Y es a través del juego simbólico o de imitación, lxs niñxs reproducen sus acciones cotidianas e interpretan los roles de las personas que ven a su alrededor. Todo esto les ayuda a comprender el mundo que les rodea representándolo y a entender qué lugar ocupan dentro de él.
El juego simbólico: fases y beneficios
El juego simbólico es el juego en el cual el niño representa situaciones reales en un juego ficticio. Es un tipo de juego que les sirve de entrenamiento para la vida y les permite transformar la realidad, crear otros mundos y vivir otras vidas.
Ocupar el papel de otras personas les ayuda a desarrollar empatía y a ser conscientes de que hay diferentes maneras de pensar y de sentir que son distintas a la suya. Se caracteriza por la capacidad que posee el niño de simbolizar, lo que significa la capacidad para crear situaciones mentales en las que combina hechos reales con hechos de su imaginación.
El juego simbólico es la herramienta básica de aprendizaje durante la primera infancia. Los expertos han dicho de él que es tan importante e innato en lxs niñxs, que si no existen juguetes a su alrededor para practicarlo, lxs niñxs los inventan (el ejemplo típico sería el del niño jugando con una simple caja de cartón , imaginando que es lo que necesita y quiere en cada momento: una casa, un coche, un cohete, etc.)
Fases del juego simbólico
Depende mucho de cada niñx, pero por lo general el juego simbólico empieza a manifestarse a la edad de los 2 ó 3 años. En el caso de mi hijo, lo desarrolló plenamente hacia los dos años y medio. Al principio, ello niño juega solo imitando las acciones que habitualmente realiza en su vida real, generalmente las más cotidianas, trasladándolas a su juego con otros objetos: simula que se lava los dientes con cualquier objeto o que cocina y come comida de juguete, etc.
Posteriormente, comienza a realizar las acciones de los adultos y las traslada a sus juguetes. Imita a papá o a mamá conduciendo, cocinando, haciendo la compra, cuidando a sus muñecxs, etc. Este tipo de juego le permite ensayar un papel de autoridad que no tiene en la vida real: el de los adultos que le rodean, que le cuida y de los que aprende.
A los 3-4 años lxs niñxs ya han establecido el juego simbólico de forma plena y este se vuelve más rico en situaciones y detalles, y han desarrollado por completo la imaginación para representar escenas completas de situaciones reales.
Hacia los 4-5 años se establece el juego simbólico colectivo y se va asemejando cada vez más a la realidad que imita para adaptarse a la necesidad de compartir el simbolismo con los compañeros de juego. En esta última etapa lxs niñxs se distribuyen los papeles: unx es el papá y otrx la mamá o unx es el médico y otrx el paciente, unx el profesor y otrx el adulto, etc.
Beneficios del juego simbólico
Los beneficios del juego simbólico en la infancia son múltiples y variados. Por citar algunos de los más importantes:
- Favorece el desarrollo cognitivo.
- Potencia el desarrollo del lenguaje.
- Ayuda en el proceso de socialización.
- Fomenta el aprendizaje de rutinas y habilidades.
- Contribuye a su desarrollo emocional y a la descarga de conflictos.
- Desarrolla la capacidad imaginativa.
- Permite representar situaciones mentales.
- Favorece la comprensión y asimilación del entorno y el mundo que les rodea.
- Les permite comprender que existen reglas.
- Nos permite obtener mucha información de lxs niñxs a través de su juego en una etapa de sus vidas en la que les cuesta verbalizar emociones, pensamientos y sentimientos.
Por todo esto es importante que los padres dejemos que jueguen libremente al juego simbólico, sin interrumpirles pero sin desentendernos del todo tampoco, ya que se trata de un juego que es realmente importante para su desarrollo.
Además, es el juego que más información nos puede proporcionar sobre nuestrxs hijxs, ya que a través de él, lxs peques transmiten sus necesidades, emociones, miedos, inquietudes, preocupaciones, deseos, esperanzas, anhelos… Mediante la observación, podemos conocer aspectos de nuestrxs hijxs, y de su mundo interior, que de otra forma no podríamos obtener.
Slow Toys: qué son y qué ventajas aportan
El movimiento Slow Toys está inspirado por el crecimiento del movimiento Slow Life (un movimiento cultural que defiende la deseleración y un mayor disfrute de la vida como fórmula para ser feliz).
Todo comenzó cuando Bourret, un distribuidor francés de juguetes, decidió comenzar una campaña para cambiar la mentalidad de los consumidores de juguetes y la industria misma, defendiendo el carácter mágico y atemporal de los juguetes sin pilas, que permiten a lxs niñxs desarrollar su imaginación y sus habilidades mediante el juego.
Así que podríamos resumir concluyendo que los Slow Toys son juguetes de gran calidad fabricados generalmente con materiales nobles (tela, madera, cartón, etc.) que carecen de funciones electrónicas y promueven la interacción de lxs niñxs con su juguete, siendo ellxs quienes determinan el ritmo del juego, como en el caso del presente maletín.
Fruto de este movimiento, nacieron los premios Slow Toy que premiaron, entre otros, a este juguete, y que son galardones que celebran los juguetes “artesanales”, que estimulan el juego imaginativo y han sido diseñados para pasar de generación en generación.
La entrada Maletín Médico Le Toy Van, premio al mejor Slow Toy se publicó primero en Una Mamá Novata.