Adaptar un hogar al enfoque Montessori consiste en más, mucho más, que comprar una cama bonita a ras de suelo. Descubre cómo preparar la entrada de tu casa para facilitar la autonomía de tus peques, fomentar su sentido de pertenencia y su participación en la vida doméstica.
Para seguir cierta coherencia argumental, debería haber empezado por el vestíbulo esta ronda de posts, ya que es la entrada a casa es lo primero que encontramos una vez que cruzamos el umbral de nuestro hogar.
En lugar de eso, comencé por la habitación Montessori, que podéis encontrar en este post, ya que suele ser el lugar de la casa donde Montessori parece que ha tenido más éxito (o que más de moda se ha puesto últimamente) y por el que más me preguntáis cuando subo a mi cuenta de Instagram fotos del cuarto de mi hijo.
Pero, continuando con la serie de post sobre ambientes preparados Montessori para poder adaptar una casa a esta pedagogía (para lo cual no hace falta tener mucho dinero ni mucho espacio), hoy toca preparar la entrada de nuestra casa.
Como siempre, os mostraré imágenes de casas reales (podéis pinchar sobre ellas para acceder al ambiente completo en sus sites originales) e incluiré alguna foto de la nuestra propia para que veáis como hemos adaptado nosotros el método a nuestro hogar.
Ambiente preparado Montessori: la entrada
La entrada de nuestra casa, tal y como señala Bei M. Muñoz (asistente Montessori y autora del blog Tigriteando): “como el resto de los ambientes de la casa debe propiciar 5 cosas: autonomía, libertad, pertenencia, belleza y practicidad.”
Da igual si disponéis de mucho o poco espacio. De lo que se trata es de adaptar el espacio disponible (poco o mucho) a la altura, necesidades y habilidades de los más peques de la casa.
Que los niños puedan calzarse y descalzarse; acceder a sus abrigos, ponérselos, quitárselos y guardarlos ellos solitos; que sus bufandas, guantes y mochilas estén a su alcance… Todo ello es de suma importancia tanto para su autonomía como para que aprendan a ser ordenados, dos valiosas habilidades que se fomentan muchísimo en Montessori.
La manera más económica y sencilla de adaptar una entrada al método Montessori y que a los peques les resulte fácil desenvolverse en ella es, sencillamente, colocar un banco y un perchero.
¿Dónde está el truco?, pensaréis. Bueno, lo importante es que el perchero resulte accesible a l@s más peques de la casa y esté a su altura, para que puedan coger y colgar sus cosas. También es importante que asignemos desde el principio cuál es el espacio destinado a cada miembro de la familia, identificándolo claramente de la mejor forma posible.
Dela misma forma, el banco (o la estantería tumbada) que podéis colocar justo debajo, debe ser bajito para que l@s niñ@s puedan sentarse para calzarse y descalzarse y colocar de forma organizada sus zapatos y pertenencias.
Lo ideal es que los muebles carezcan de puertas (una puerta es un obstáculo), pero las opciones con puerta o aquellas que combinan baldas más altas para las cosas de papá y mamá (o simplemente algún elemento decorativo) también son válidas.
Nosotros, por ejemplo, no podemos tener espacios bajos abiertos en casa porque nuestros gatos anidan en ellos y terminan esparciendo alrededor cuanto objeto hubiera dentro. Así que lo hemos resuelto de la siguiente manera: percheros a los lados (con doble barra para dos alturas: la del peque y la nuestra), banco con espacio de almacenaje diseñado como zapatero en el medio y la propia estructura de los módulos forma un banco para sentarse justo en el medio. Lo hicimos todo con los módulos Besta de Ikea y nos salió mucho más económico que llamar a un carpintero o comprar muebles de una pieza.
En el espacio central de la pared tengo pendiente colgar un organizador semanal y también voy a colocar una tira de fotos con los diferentes momentos del día para recordarle al peque su rutina diaria: rutina matinal (aseo, vestirse, desayunar); rutina de comida (ayudar a cocinar, lavar manos, ayudar a poner la mesa, comer, ayudar a recoger y cepillarse los dientes); siesta; rutina de tarde (merienda, parque, juego tranquilo en casa, etc.) y rutina nocturna (rutina de baño y puesta de pijama, la cena -que es una rutina similar a la de la comida- y la hora de dormir, que también implica y la lectura de cuentos).
Tanto el ambiente como el orden, son puntos clave en Montessori para crear armonía y espacios de vida y convivencia útiles. Para delimitar el espacio reservado a cada miembro de la familia, podéis rotular con nombres o colocar iniciales. O aún mejor: identificarlo con una fotografía o dibujo de cada uno. Así a los prelectores les resultará todavía más fácil reconocer su propio espacio y adquirir el hábito de encargarse de sus cosas.
Los organizadores o calendarios de tareas familiares también nos ayudan a todos a mantener la armonía en el hogar y a ocuparnos de nuestras responsabilidades ya que nos recuerdan que tareas escolares o domésticas hay que atender cada día y cómo las hemos repartido esa semana o mes. Educar en responsabilidad es otro pilar básico en la educación Montessori.
Las cestas (o cesteros) también son elementos útiles para que los peques puedan depositar en ellas pequeños objetos, complementos o accesorios (coleteros, guantes, gorros, pulseras, etc.).
Si vuestra entrada es muy estrecha, podéis sustituir las cajoneras o bancos por un zapatero. Cualquier opción de almacenaje es buena, siempre que quede a la altura de l@s más pequeñ@s.
A medida que l@s peques crecen, necesitaran poder llegar a los espacios más altos. Los escalones de Ikea son geniales para ellos y les dan muchísima autonomía.
Y recordad que los espejos también deberían permitir a l@s peques mirarse en ellos. ¡Son un miembro más de la familia!
Y si tenéis un armario empotrado en vuestro vestíbulo, como sucede en muchas ocasiones, y no queréis prescindir de él (¡yo tampoco querría!) podéis consultar este post de Pequefelicidad sobre cómo preparar un armario Montessori.
¡Y ya hemos llegado al final de este post! Espero que la información os haya resultado útil y que las imágenes os hayan inspirado.
Como veis, adaptar una casa al enfoque Montessori y habilitar un hogar para que l@s niñ@s crezcan y se desarrollen en él con total independencia, libertad y seguridad no es nada difícil ni costoso. Cualquier espacio es susceptible de adaptarse a esta línea pedagógica y no se requieren demasiados muebles ni objetos (de hecho, en Montessori, menos es más).
¿Qué queréis que os muestre en el próximo post de ambientes preparados Montessori: cocina o baño? Tengo previsto hacer los dos, pero me da un poco igual el orden. Si tenéis alguna preferencia, dejádmela en los comentarios. ¡Feliz día!
La entrada Ambiente preparado Montessori II: la entrada de casa se publicó primero en Una Mamá Novata.