En verano hay que empatizar con nuestro bebé. Si tú tienes calor, él también lo tendrá, ya que tanto bebés como adultos sienten de la misma manera la temperatura.
Sabemos que quieres cuidar bien a tu bebé, por eso en este artículo te mostramos algunos consejos para que los bebés combatan mejor el calor este verano. ¡Esperamos que os sirvan de ayuda!
Normalmente, tendemos a tocar los pies y las manos de los bebés para comprobar su temperatura, pero lo cierto es que esto no es del todo correcto, ya que si estas partes del cuerpo están frías no tiene porqué ser un signo de que el bebé está destemplado. Si queremos saber cuando el pequeño tiene calor, debemos fijarnos en el sudor de la cabeza y el cuello.
Cuando estemos de paseo, en la playa o de viaje, gracias por ejemplo, a buscadores como el de Expedia.es para vuelos baratos a Ecuador, o cualquier otro país de Sudamérica donde el calor es extremo, lo recomendable es llevar varios conjuntos para cambiar al bebé cuando éste moje la ropa con el sudor.
Lo ideal en casa es que se cree un ambiente fresco, que oscile entre los 20º y los 22º de temperatura, con la ayuda del aire acondicionado. Podemos activar la función de modo económico o apagarlo en varios intervalos de tiempo para evitar excesos de temperatura fría. Debe evitarse que el bebé se coloque debajo del chorro de aire frío, y dejarlo encendido durante toda la noche, ya que esto puede afectar al bebé.
A la hora de dormir, sí que es aconsejable que el bebé duerma tapado con una sábana por lo menos.
En cuanto a los paseos veraniegos, lo mejor es realizarlos en las primeras horas de la mañana. Cuando todavía el sol no ha terminado de salir y no calienta tanto como al mediodía. O cuando atardece. Siempre hay que hacerlo por la sombra. Cuando no quede más remedio, lo aconsejable es colocar una sombrilla para bebés en el carricoche o ponerle al pequeño una gorrita o visera.
Por último, se puede intentar que el bebé beba más agua para mantenerle hidratado. Si se trata de un bebé lactante, lo ideal es ofrecerle más a menudo el pecho. Así conseguiremos que se hidrate y no pase calor. Pero si no quiere, es porque no lo necesita y no hay que insistir.
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