Aunque los clásicos de Disney sean cuentos fantásticos, lo cierto es que promueven unos estereotipos irreales, especialmente para las mujeres. La ilustradora profesional de Buzzfeed y ganadora del premio Emmy de artes creativas, Loryn Brantz, decidió desafiar a los cuerpos no saludables que promueven las princesas Disney, dándoles una cintura con líneas más reales y un cabello mucho más natural y realista.
Loryn decidió retocar a estos personajes femeninos después de ver Frozen: “Aunque me encantó la película, me sentí horrorizada al ver que los diseños de los cuerpos femeninos no han cambiado. Creo que la industria de la animación tiene mayor responsabilidad, pues los personajes son creados por hombres, y eso contribuye a que los diseños no sean proporcionados”.
Y es que , según Loryn, a los niños les afectan las imágenes que aparecen en los medios de comunicación: “Los medios de comunicación tienen la posibilidad de cambiar la forma en que la mujeres son vistas y cómo se ven ellas a sí mismas. Deberían de empezar a tomar responsabilidad. Sólo me tomó un par de minutos de diseño hacer que las cinturas de esas princesas fueran menos extremas, y aún se ven hermosas y mágicas”.
Cómo se verían las Princesas Disney con una cintura normal
Cómo se verían las Princesas Disney si su cabello fuera real
Ariel mostraría el cabello mojado cuando emerge del agua. A Elsa se le verían las raíces. A Pocahontas y a Bella las despeinaría el cabello el viento. El cabello lacio de Jasmine no tendría tanto volumen, Cenicienta se despertaría despeinada como todas nosotras por las mañanas, Mulan sufriría la electricidad estática y a Blancanieves se la encresparía el pelo en el bosque. ¡Estos son sólo algunos de los ejemplos de cómo serían las Princesas Disney si fuesen mujeres reales!
Elsa tendría las raíces de su cabello mucho más oscuras.
A Ariel se la mojaría el pelo y se le pegaría a la cara.
A Pocahontas la despeinaría el viento.
A Bella se le escaparían mechones de la coleta.
El volumen del pelo liso de Jasmine disminuiría considerablemente.
Cenicienta se levantaría despeinada por las mañanas.
Malu sufriría las consecuencias de la electricidad estática.
A Blancanieves se le encresparían los rizos con la humedad del bosque.
Lo curioso de esto es que no creo que a las niñas les gustaran menos estas princesas de cuento de hadas por el hecho de ser más reales. Más bien al contrario. ¿Quién no ha sido niña y ha buscado alguna vez una muñeca o un personaje con el que pudiera sentirse identificada?
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