Muchas personas me habéis preguntado cómo lo hago para publicar un post diario, subir tres vídeos por semana, cuidar a Diego, llevar la casa, cocinar y trabajar al mismo tiempo. Lo cierto es que no tengo ningún truco (como no sea el de sacrificar muuuuchas de mis horas de sueño, las que cambio en favor de hacer las cosas que más me gustan). Porque, para que os voy a engañar si es una realidad: me falta tiempo. Me falta tiempo para trabajar, para limpiar la casa, para hacer la compra, para cocinar y hasta para salir a la calle bien peinada por las mañanas. ¡Me falta tanto el tiempo que ni siquiera tengo tiempo para quejarme! Entendedme: tener un hijo es algo maravilloso (¡me encanta ser mamá!), pero la falta de tiempo que conlleva tener un bebé en casa empieza a pasar factura antes o después.
Sobrellevar el cansancio y la falta de tiempo durante el primer año de vida de un niño puede resultar de lo más agotador y estresante. Pero la clave está en no exigirse demasiado a una misma.
Cómo sobrellevar la falta de tiempo
Quien haya sido madre y pretenda que su vida no cambie en nada, va lista. Los bebés requieren mucha atención y son muy exigentes. No entienden eso de “en seguida estoy contigo” o “¡pero si en 5 minutos acabo y jugamos juntos!”. No te agobies y, sobre todo, no te enfades. Los bebés son auténticos radares de emociones: si te notan tensa, ellos también estarán más irascibles de lo habitual. Son muy pequeños y tienen miedo a lo desconocido (es decir: a todo lo que no sean tus brazos), no se puede razonar con ellos y son nuestra máxima prioridad así que… ¡Ellos mandan! Tampoco te sientas culpable por querer recuperar algo de tiempo para ti misma. ¡Tampoco se trata de sacrificar las cosas que nos gustan y nos hacen sentir bien! Es más: es sano y deseable que las hagas. Simplemente, es cuestión de prioridades. Yo hay cosas para las que ya no tengo tiempo, como ver la tele o irme de tiendas. Y otras de las que saco tiempo de dónde sea porque me gustan mucho y me proporcionan grandes satisfacciones, como leer o escribir este blog. Acepta y asume que tus prioridades han cambiado. Y que, junto a ellas, también van a cambiar tus hábitos de vida. ¡Estresarse no sirve de nada… ¡Mejor aprende cómo organizar mejor tu tiempo ahora que eres madre!
Trucos para organizarte con un bebé en casa
Hay algunos trucos básicos que pueden ayudarte mucho a organizar mejor tu tiempo ahora que eres mami. Esto es lo que mejor me sirve a mí para combatir la falta de tiempo:
- Adáptate a los horarios de tu bebé. Seguro que te lo han dicho mil veces y sigues sin hacer caso: “aprovecha cuando él duerme y descansa tú también”. Al principio yo aprovechaba cuando Diego se quedaba dormido para poner lavadoras, hacer la comida, recoger la casa… Gran error. No vas a volver a dormir más de 2 ó 3 horas seguidas durante la noche en muuuuucho tiempo, así que lo mejor es que aprendas a dormir durante cortos periodos de tiempo durante el día. Descansar es básico para nuestra salud y bienestar. Si te pones a hacer cosas pendientes estando cansada, las harás mal. Es mucho más práctico y te cundirá mucho más el tiempo si te despiertas más temprano y después duermes la siesta junto a tu bebé. O puede que tu caso sea justo el contrario: a mí, que trabajo escribiendo desde casa y tengo un enano trasnochador, me funciona escribir por las noches una vez que el peque se ha dormido y después duermo hasta tarde por las mañanas con él. ¡Dependerá del estilo de vida de cada familia! También es muy práctico comer más o menos al mismo tiempo que él y, en general, adaptar vuestros hábitos a los suyos en la medida de lo posible. ¡Claro que no siempre es fácil! Yo trabajo desde casa y de esta manera es mucho más fácil organizar mi propio tiempo pero si éste no es tu caso, intenta adaptarte a los hábitos de tu bebé. Puede que necesitéis un par de semanas de adaptación, ¡pero sea como sea al final comprobarás que es mucho más práctico!
- Haz una lista de prioridades. Pintarte las uñas no es una prioridad… ¡pero llevar el pelo limpio sí! Y así con todo. Cuidar de tu bebé y de tu salud es lo primero. Atender tu trabajo y las obligaciones domésticas para poder llevar una vida tranquila y ordenada, es lo segundo. No tienes por qué sacrificar tus aficiones, pero puede que durante algún tiempo queden relegadas a un segundo plano. ¡No te preocupes, las recuperarás! Tu hijo no va a ser un bebé toda su vida. ¡Disfruta de él mientras puedas! Lo demás, puede esperar.
Mientras tanto, intenta establecer un horario semanal en el que haya tiempo y espacio para todo aquello que es obligatorio y también para todo aquello que más te gusta hacer. Tu bebé necesita que pases tiempo con él no sólo atendiéndole o cuidándole sino también jugando con él, acariciándole, etc. Y ésta sí que es una prioridad máxima.
- Reparte las tareas y pide ayuda. Miguel y yo tenemos un planning diario de tareas domésticas. Los fines de semana descansamos e improvisamos. Entre semana nos vamos turnando para limpiar el polvo, hacer los baños, poner lavadoras… Hay cosas que son exclusivas de cada uno: a mí me gusta cocinar y salvo algunas excepciones, soy la cocinera oficial de la casa. En cambio, no me gusta nada barrer así que eso lo hace siempre Miguel. Y hay otras cosas que hacemos siempre los 3 juntos (Miguel, Diego y yo) porque así es más divertido: ¡como ir a hacer la compra! Como Diego todavía no va a la guardería (empezará en septiembre, con casi 18 meses), a veces se nos hace imprescindible tirar de las abuelas o los tíos, cuando necesitamos algo más de tiempo para trabajar o acabar algún proyecto. Intentamos que esto sea siempre una medida excepcional y que, en cualquier caso, no abarque más de 2 ó 3 horas al día.
- No seas tan perfeccionista. Éste era uno de mis principales problemas. Todo lo que hacía tenía que estar siempre perfecto. Bien hecho no, perfecto. Y claro, eso es al mismo tiempo una cualidad y un defecto. Porque con un bebé en brazos la mayor parte del tiempo, no hacía más que empezar a hacer cosas que no terminaba nunca. Ahora he cambiado el chip por completo. Puede que la receta familiar del pollo en salsa me salga “perfecto”, pero necesito toda la mañana para hacerlo a fuego lento. En cambio, la Thermomix hace un pollo con arroz de rechupete. Está listo en 20 minutos y, sinceramente, está igual de bueno.
- Tiempo libre sí, pero también de calidad. Sé lista: sal a la calle con tu bebé para pasear, ir al parque o a tomarte un café o unas tapitas con los amigos. Los bebés no se llevan bien con los centros comerciales. Si metes a tu bebé en un probador o le haces aguantar una hora de cola para pasar por caja, probablemente se frustrará mucho y acabará manifestando su disgusto quejándose a gritos o llorando a mares. Resultado: una madre estresada. Mi solución para esto es comprar online. Así soluciono en parte el problema de la falta de tiempo porque consigo un importante ahorro de tiempo, esfuerzo, energía e incluso dinero porque las mejores ofertas están en Internet. Incluso compro la ropa por Internet, ya que tengo claro el estilo que me sienta bien y sé la talla que uso en las tiendas en las que compro habitualmente. Todas admiten devoluciones. Muchas, incluso, de forma gratuita. Y si no, el tiempo que empleo en acercarme a hacer una devolución es infinitamente inferior al que empleo comprando. Eso sí, a la compra me gusta ir al establecimiento físico, porque así escojo los productos que me parecen más frescos y apetecibles.
- No te compliques la vida. Puede que las alertas del móvil te salvarán la vida anteriormente, pero ahora no te darán más que disgustos. ¿Para qué quieres que el aparatito se tire el día entero emitiendo incómodos sonidos y chirriantes alertas de recordatorios? ¡Así sólo conseguirás estresarte pensando en todo lo que tenías que haber hecho (y, por supuesto, no has hecho). Los post-its no sirven para mucho más (para qué te voy a engañar), ¡pero al menos no resultan tan molestos! Yo los utilizo de diferentes colores para diferentes tipos de tareas pendientes y utilizo el color más fuerte para indicar la urgencia de una tarea pendiente. Los pego en la pared de mi escritorio, la puerta de la nevera o la de casa dependiendo del tipo de tarea a tener en cuenta o el momento del día en la que debo llevarla a cabo.¡Pero sólo apunto en ellos las cosas que de ninguna manera se me puede olvidar hacer a tiempo! Por ejemplo: si no quiero olvidarme de llamar a alguien a mediodía, lo coloco en la cocina porque probablemente estaré allí preparando la comida.
- Se amable y considerada contigo misma. No te fuerces, no eres una máquina. Y, en serio, ¿ya lo sabes no?: la supermamá es un estúpido rol autoimpuesto. Los superhéroes sí existen fuera de las pantallas de los cines. Pero no vuelan ni tienen superpoderes de ningún tipo. Tienen nombres comunes y rostros anónimos, como el tuyo o el mío, y su mayor logro es conseguir una conciliación familiar diaria. Si te sientes estresada, párate un momento y respira hondo. Reflexiona y se honesta contigo misma: plantéate qué estás haciendo mal, no intentes abarcar más de lo que humanamente puedes y haz caso a los consejos de los expertos.
La entrada ¡S.O.S. Madre Estresada! Cómo sobrellevar la falta de tiempo con un bebé en casa aparece primero en Una mamá novata.